Internacional

“Días eternos” de María Arévalo se lleva el premio Camile Lepage



El confinamiento por cuestiones sanitarias  para evitar los contagios de COVID-19, generó en un sector de la población la sensación de encierro involuntario.

Una realidad que las personas privadas de la libertad deben vivir durante años, algunas purgando algún delito, otras ahí dentro por azares del destino o por errores en el sistema judicial, pero la mayoría con la esperanza de que llegue ese día que vuelvan a pisar las calles en libertad.

Y esto es lo que Ana María Arévalo Gosen ha retratado desde el 2017 al interior de centros penitenciarios femeniles en Venezuela y El Salvador, mostrando una realidad “paralela” a la que se vive fuera de las cárceles.

En fechas recientes la fotógrafa venezolana participó en el Festival de fotoperiodismo Visa pour l’image de Perpiñán, donde fue distinguida con el premio Camille Lepage 2021 por “Días eternos”, una serie de retratos comenzada en 2017 y que fue ampliada en 2021 en El Salvador.

Días eternos” retrata la situación infrahumana en la que viven cientos de mujeres quienes esperan en los centros de detención preventiva y que son víctimas no solo de la violencia endémica en esos dos países, sino de sistemas penitenciarios ineficaces.


En las cárceles de Venezuela y de El Salvador las mujeres a veces comparten la celda con los hombres, no tiene acceso a asistencia médica, ni a una ayuda psicológica, viven hacinadas y dependen de sus familiares para sobrevivir, porque los centros no les ofrecen ni comida. Algunas están embarazadas, otras salen embarazadas en la cárcel. Y así viven a la espera de una decisión de justicia que puede tardar días, meses e incluso años, cuando por ley la detención preventiva no debería superar los 45 días, declaró la documentalista.

Según contó la fotógrafa, la gran mayoría de esas mujeres son de origen modesto y con historias personales trágicas. Para esta serie, Arévalo necesitó tiempo para entablar una comunicación sincera con ellas y fue testigo de la solidaridad entre las detenidas.

“Muchas tienen sus bolsos listos, como si vivieran con la esperanza de que se les permita recobrar su libertad rápidamente. Y para todas, los días son eternos”, dijo. “Ellas son el reflejo de todo lo que funciona mal”

Arévalo, quien vive actualmente en Bilbao, estudió fotografía en Toulouse y fue recompensada por esta serie con el premio Lucas Dolega, en 2020. El Premio Camille Lepage –nombre de la joven fotorreportera francesa asesinada en República Centroafricana en 2014 – está dotado con 8.000 euros, lo que le permitirá proseguir su serie en otros centros de detención en América Latina.

Con información de RFI

Artículos relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button