Sociedad

Olga vive al límite, en el escuadrón antiexplosivos de Puebla

Olga es esposa, madre, policía y una mujer muy orgullosa de su trabajo en el escuadrón antiexplosivos


Foto y video: Alfredo Fernández

Puebla, Pue.- Olga tiene uno de los trabajos más peligrosos del mundo pues ella es una de las dos mujeres que busca y desarma explosivos para la Secretaría de Seguridad Pública Estatal de Puebla.

Olga Vianney Benítez Pérez es una de las dos mujeres que está dentro del agrupamiento de control de explosivos de la SSP, mejor conocido como Grupo Potasio, de ahí que su labor se vuelva destacable.

En entrevista con Callejero Noticias, Olga nos cuenta un poco de lo que ha realizado como elemento de esta corporación, donde no solamente requiere de un constante aprendizaje técnico sino también de tener ‘nervios de acero’.

Ella realiza su trabajo con un traje que pesa en promedio 35 kilos, el cual le permitirá mitigar un poco la onda expansiva de un artefacto explosivo si es que este se llegara a activar mientras ella lleva a cabo su labor.

Aunque la SSP no cuenta con ninguna limitante que permita que más mujeres se puedan sumar a este grupo, desde 1994 que se creo solamente han habido dos mujeres que deciden incursionar el mundo de los explosivos.

Por fortuna, desde su creación, este grupo no ha tenido que enfrentarse a riesgos que, según ellos, sean tan altos pues la mayoría de los artefactos que han localizado no se encuentran completos, no obstante esto no deja de ser peligroso para una persona sin capacitación.

“Tengo el apoyo de mi familia, incondicional, y para mis padres, mi esposo y mis hijas es un orgullo pertenecer a un agrupamiento que lleva sus riesgos pero que también sabemos que es un acto heróico”, dice Olga al tiempo en que cuenta cómo es sortear con el peligro mientras piensa en su familia.

Olga está consciente que en cada revisión va a ciegas, pues no sabe si encontrará algo y si es que lo hace, no sabe qué tan peligroso será, de ahí que la capacitación y habilidades que ha adquirido son determinantes para llevar a buen puerto su trabajo.

Es así que Olga, al igual que millones de mujeres, buscan que este 8 de marzo sea una oportunidad para reconocer el trabajo que realizan y que sea cada vez más marcado el hecho de que no hay diferencias entre hombres y mujeres al momento de realizar un trabajo.

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