Durante cinco décadas en la industria cinematográfica, el aclamado director español Pedro Almodóvar ha rechazado en repetidas ocasiones las propuestas de editoriales para plasmar su vida en una autobiografía. Sin embargo, su nueva publicación, “El último sueño” (HarperVia), ofrece una ventana única a sus recuerdos y reflexiones personales.
“Me han propuesto escribir mi autobiografía varias veces, pero siempre me he negado”, menciona en la introducción del libro. “Jamás he llevado un diario y cada vez que intenté hacerlo, no pasé de la segunda página; de alguna manera, este libro se convierte en una especie de contradicción”.
Almodóvar define esta obra como una “autobiografía fragmentada, incompleta y algo misteriosa”.
El último sueño reúne 12 relatos cortos, seleccionados de escritos personales acumulados a lo largo de su trayectoria, algunos de los cuales datan de finales de los años 60. Esta colección se presenta como un sustituto más que adecuado de una biografía tradicional, reflejando tanto su vida y carrera como cineasta, así como las obsesiones que ha explorado en su obra, muchas de las cuales serán reconocidas por sus seguidores.
La obra, cargada de toques sorprendentes y surrealistas, aborda temas como la sexualidad, el abuso, el trauma, la religión y la mortalidad. El relato que da título al libro se enfoca en la muerte de su madre, Francisca Caballero, y especula sobre los sueños que pudo haber tenido antes de fallecer en 1999.
No obstante, también hay relatos más ligeros. Por ejemplo, “La visita” narra la misión vengativa de una mujer transgénero, mientras que “Confesiones de un símbolo sexual” revisita a uno de sus personajes icónicos: la estrella del cine porno de lujo madrileña, Patty Diphusa.
En “La ceremonia del espejo”, Almodóvar despliega su humor característico en una historia gótica protagonizada por un cansado conde Drácula que busca refugio en un monasterio italiano.
“El último sueño” ofrece una combinación de lo profundo y lo absurdo, un sello distintivo del genio creativo de Almodóvar.
