El cuerpo de Luis Alberto, exagente de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Sinaloa, fue hallado frente al Congreso del Estado, en Culiacán, mientras se desarrollaba una sesión legislativa. Su muerte ocurre en un contexto de violencia creciente y ha generado consternación entre las autoridades y la ciudadanía.
Luis Alberto había sido privado de la libertad el miércoles 15 de enero. Según reportes, fue interceptado por un grupo de hombres armados mientras conducía un Nissan Versa gris en la calle Guadalupe Victoria, cerca del cruce con Nicolás Bravo, cuando llevaba a su hija a la escuela primaria. Desde ese momento, no se tuvo información de su paradero hasta que su cuerpo fue encontrado al día siguiente.
De acuerdo con Verona Hernández Valenzuela, vocera de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, el hallazgo confirma que se trataba del exagente. “Al parecer se trata efectivamente de esta persona que fue privada de la libertad ayer y que era exagente de la Policía de Investigación”, declaró en una conferencia de prensa.
El pasado de Luis Alberto como servidor público no estuvo exento de controversias. Había sido dado de baja de la Fiscalía en noviembre, tras ser detenido por agentes de la Guardia Nacional mientras conducía una camioneta con reporte de robo. En su momento, fue vinculado a proceso, pero logró su libertad mediante el pago de un millón y medio de pesos como reparación del daño.
El hallazgo del cadáver estuvo acompañado de una cartulina con un mensaje escrito, aunque las autoridades no han revelado el contenido del mismo. Este hecho se suma a una serie de incidentes violentos en la región, donde los actos de intimidación y el ajuste de cuentas han sido recurrentes.
La escena frente al Congreso del Estado, uno de los puntos más simbólicos del poder en Sinaloa, parece ser una declaración directa, un mensaje que los responsables buscaron enviar no solo a la víctima, sino también a las instituciones gubernamentales. Las investigaciones continúan para esclarecer los motivos del asesinato y dar con los responsables de este crimen.
Este incidente expone nuevamente los riesgos que enfrentan los exfuncionarios y refleja el clima de inseguridad en la entidad, que sigue siendo un desafío para las autoridades locales.
