Terremoto de magnitud 8.8 sacude Kamchatka y activa alertas de tsunami en el Pacífico

Un poderoso sismo de magnitud 8.8 sacudió la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, durante la mañana del miércoles 30 de julio (hora local). El temblor desató una serie de alertas de tsunami en distintos puntos del océano Pacífico, generando evacuaciones preventivas y poniendo en vilo a comunidades costeras desde Japón hasta California.
El epicentro se localizó en el mar, a unos 130 kilómetros de la costa rusa y a 20 kilómetros de profundidad, una zona activa donde la placa del Pacífico se desliza bajo la microplaca de Okhotsk. Esta dinámica tectónica ha sido responsable de varios de los terremotos más potentes de la historia, incluido el de Japón en 2011.
Hasta el momento, no se han reportado víctimas mortales, aunque sí daños materiales en varias localidades. En Severo-Kurilsk, por ejemplo, el mar invadió calles tras la llegada de varias olas, lo que obligó a evacuar a parte de sus dos mil habitantes. En Japón, las autoridades emitieron alertas y se registró un tsunami de 1.3 metros en el puerto de Iwate. También se reportaron olas menores en las costas de Hawái, Alaska y el oeste de Estados Unidos, incluyendo California, donde el oleaje alcanzó hasta medio metro en algunas zonas.
Según especialistas, el temblor en Kamchatka liberó una cantidad de energía aproximadamente 30 veces superior al sismo de Kaikoura (Nueva Zelanda) de 2016, y solo tres veces menor que el devastador terremoto de Tohoku en Japón. Se estima que el desplazamiento de la falla superó los 10 metros a lo largo de un área de unos 150 por 400 kilómetros.
Las autoridades rusas han confirmado al menos 13 réplicas en la zona, algunas de hasta magnitud 6. Geólogos como Pablo Gabriel Silva, de la Universidad de Salamanca, explican que este tipo de movimientos son comunes en regiones de subducción como Kamchatka, donde terremotos similares han ocurrido cada 75 a 100 años. El último, en 1952, dejó más de dos mil muertos.
Tras el terremoto en Rusia, el Pacífico permanece en alerta: evacuaciones, olas y réplicas
Después del potente terremoto de magnitud 8.8 registrado en la península de Kamchatka, en el este de Rusia, la tensión se mantiene a lo largo del océano Pacífico. Las olas provocadas por el movimiento telúrico generaron alertas de tsunami en varios países y obligaron a evacuar comunidades costeras en Japón, Rusia, Estados Unidos y otras regiones.
Las autoridades japonesas emitieron órdenes de evacuación en 13 prefecturas, movilizando a casi dos millones de personas ante el riesgo de olas de hasta tres metros. Aunque las más grandes apenas alcanzaron 40 centímetros en zonas como Hokkaido e Iwate, el temor de repetir la tragedia de 2011 llevó a una respuesta inmediata y coordinada.
En Rusia, el impacto fue mayor. En Severo-Kurilsk, localidad ubicada en el archipiélago de las Kuriles, olas de entre tres y cinco metros inundaron las calles. Se declaró el estado de emergencia y unas dos mil personas fueron evacuadas. La zona, conocida por su intensa actividad sísmica y volcánica, se mantiene en vigilancia ante posibles réplicas.
Del otro lado del Pacífico, Hawái, Alaska, California, Oregon, Washington y la costa oeste de Canadá también activaron alertas. En California, el oleaje superó los 40 centímetros en puntos como Monterey y Crescent City. Aunque en muchos lugares las advertencias ya se han reducido a avisos de precaución, las autoridades piden a la población mantenerse atenta, ya que las corrientes peligrosas podrían persistir por varias horas más.
En Latinoamérica, países como México, Ecuador, Perú y Chile emitieron alertas preventivas. En el caso de Chile, se decretó estado de precaución y se suspendieron clases en zonas costeras. Con el paso de las horas y la confirmación de un impacto menor, muchas de estas alertas fueron levantadas.
En la región del Pacífico Sur, algunas islas de la Polinesia Francesa permanecen bajo vigilancia, especialmente Nuku Hiva, donde se esperan olas superiores a un metro. Nueva Zelanda también emitió avisos preventivos, aunque sin reportes de afectaciones graves hasta el momento.
Expertos señalan que el terremoto liberó una cantidad de energía al menos 30 veces mayor que el sismo de Kaikoura, Nueva Zelanda, en 2016. Aunque menor que el de Tohoku (Japón, 2011), el evento ha dejado claro que esta zona sigue siendo una de las más activas del planeta.
Rusia ha confirmado al menos 13 réplicas de magnitudes entre 5 y 6 cerca de Petropávlovsk-Kamchatski, y se espera que continúen durante los próximos días. Las autoridades insisten en que el riesgo no ha pasado y que las olas podrían seguir impactando distintas costas del Pacífico en las próximas 24 horas.