Señalan al nuevo Papa León XIV de encubrir a curas señalados por abuso sexual

Robert Prevost, de origen estadounidense, fue elegido este jueves como el nuevo líder de la Iglesia católica. Con el nombre de León XIV, se convierte en el Papa número 267. Pero su nombramiento llega envuelto en polémica: varias voces lo señalan por haber protegido a sacerdotes acusados de abuso sexual tanto en Estados Unidos como en Perú.
Prevost tiene 69 años y hasta hace poco ocupó un cargo clave en el Vaticano como prefecto del Dicasterio para los Obispos.
Desde esa posición, debía asegurar que se siguieran las normas internas sobre la investigación de casos de abuso dentro de la Iglesia. Sin embargo, organizaciones como SNAP (Red de Sobrevivientes de Abusos por Sacerdotes) lo acusan de no haber actuado con firmeza ante denuncias presentadas cuando estuvo al frente de la Diócesis de Chiclayo, en Perú.
El 27 de marzo pasado, SNAP envió una carta al Papa Francisco, un mes antes de su fallecimiento. En ella, incluyeron el nombre de Prevost junto a otros cinco cardenales que, según la organización, encubrieron o gestionaron de manera deficiente casos de abuso sexual cometidos por clérigos. La lista también incluía a figuras como Péter Erdő, Kevin Farrell y Víctor Manuel Fernández.
En el caso de Prevost, SNAP asegura que cuando era obispo en Chiclayo, no actuó frente a las denuncias contra dos sacerdotes locales: Eleuterio Vásquez Gonzáles y Ricardo Yesquén. Ambos fueron señalados por presuntos abusos cometidos contra menores en abril de 2022. Aunque la diócesis afirma que tomó medidas, como suspender a los implicados y enviar el caso al Vaticano, los sobrevivientes relatan otra historia.
Las víctimas aseguran que no hubo una investigación seria: nadie las entrevistó, no fueron llamadas a declarar ni recibieron apoyo psicológico. Además, indican que los sacerdotes continuaron con actividades religiosas, pese a que, en teoría, debían estar alejados del ministerio público.
Una de las pruebas que presentan son fotos y publicaciones en redes sociales donde se ve a Vásquez Gonzáles oficiando misas en templos de Chiclayo, incluso después de haberse hecho públicas las denuncias. Para SNAP, esto demuestra que Prevost no siguió los protocolos que exige la Santa Sede en estos casos.
El caso terminó archivado por las autoridades peruanas en agosto de 2023 debido a que los hechos habían prescrito legalmente. Aun así, SNAP sostiene que eso no exime de responsabilidad moral ni institucional al entonces obispo.
Pero esta no es la única acusación que recae sobre el ahora Papa. En el año 2000, cuando era superior de los Agustinos en Chicago, Prevost habría autorizado que el sacerdote James Ray —quien ya tenía antecedentes por abuso a menores— viviera en un convento a solo una cuadra de una escuela primaria católica.
Ray había admitido comportamientos inapropiados con niños desde 1991, año en que se le impusieron restricciones para ejercer el sacerdocio. A pesar de esto, con el visto bueno de Prevost, fue trasladado al convento de San Juan Stone, muy cerca de la Escuela Santo Tomás Apóstol. Según documentos oficiales, la administración escolar nunca fue notificada de su presencia.
El informe 2023 del Fiscal General de Illinois sobre abusos cometidos por clérigos en ese estado, indica que hay al menos 13 víctimas que señalan a Ray. Los archivos de la Arquidiócesis de Chicago revelan que ya en 1990 se tenía conocimiento de las acusaciones y que se había prohibido al sacerdote estar solo con menores.
Ray fue retirado de su parroquia en 1991, pero entre 2000 y 2002 residió en el convento agustino. Los documentos muestran que los superiores solicitaron autorización directamente a Prevost, quien dio su aval. También consta que se enviaron cartas en las que se afirmaba, erróneamente, que el convento no estaba cerca de ninguna escuela, a pesar de que Santo Tomás Apóstol estaba bajo administración arquidiocesana.
No fue sino hasta 2002, con la implementación de nuevas políticas de protección infantil por parte de los obispos estadounidenses, que Ray fue removido definitivamente del ministerio. Años después, en 2006, su nombre apareció en la lista de clérigos señalados por abuso en Chicago y en 2012 fue expulsado del estado clerical.
Ahora que Robert Prevost ha sido nombrado Papa León XIV, las denuncias resurgen con fuerza y ponen en el centro del debate el compromiso real de la Iglesia frente a los casos de abuso. Mientras tanto, las víctimas piden que no se repita la historia de silencios y omisiones.