Reeligen de madrugada a Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la CNDH
Rosario Piedra Ibarra fue reelecta como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2024-2029 con 87 votos a favor por mayoría en el Senado.
Durante su gestión al frente de la CNDH, Piedra Ibarra ha enfrentado varios episodios conflictivos. Entre los más notables está la ocupación de las oficinas de la institución en el Centro Histórico de la Ciudad de México, del 2020 al 2022, a manos de colectivos feministas que demandaban justicia por violencia de género.
Además, ha sido cuestionada por su propuesta de desaparecer la CNDH y transformarla en la Defensoría Nacional de los Derechos del Pueblo, argumentando que el organismo actual no cumple con las necesidades de la población.
Otro punto de crítica ha sido su apoyo a la decisión de trasladar el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de Defensa, lo que muchos señalaron como un posible riesgo a la autonomía de las fuerzas de seguridad y una violación constitucional.
Este respaldo le valió el repudio de diversas organizaciones sociales. En 2023, la situación se tensó aún más cuando seis integrantes del Consejo Consultivo de la CNDH renunciaron, acusando a Piedra Ibarra de obstruir su labor y bloquear la emisión de recomendaciones.
Pese a estas controversias, Rosario Piedra Ibarra continuará al frente del organismo, un hecho que destaca su respaldo político y su influencia en el actual contexto de los derechos humanos en México.
¿Quien es Rosario Piedra Ibarra?
Rosario Piedra Ibarra nació el 14 de julio de 1951 en Monterrey, Nuevo León. Es egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), donde se formó como licenciada en Psicología, y posee una maestría en Psicopedagogía por la Escuela de Ciencias de la Educación.
Antes de asumir la titularidad de la CNDH en 2019, fue candidata a diputada federal por Morena en 2018 y desempeñó el cargo de secretaria de Derechos Humanos en el Comité Ejecutivo Nacional del mismo partido.
Su trayectoria está marcada por la influencia de su madre, Rosario Ibarra de Piedra, fundadora del Comité ¡Eureka! y pionera en la lucha por los derechos humanos en México, especialmente tras la desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra.
Esta herencia familiar ha definido el perfil de Piedra Ibarra como activista, aunque su gestión en la CNDH ha dividido opiniones y generado un intenso debate sobre el rumbo de la defensa de los derechos humanos en el país.