Redes agobian a Tom Holland y dice adiós a Twitter e Instagram
Ansiedad, depresión, baja autoestima y hasta pensamientos suicidas son los que puede generar el sobre uso de las redes sociales así como el acoso que se puede sufrir a través de ellas, más cuando se trata de una persona pública.
Esto lo vimos apenas este fin de semana cuando Tom Holland, actor británico de 26 años que personificó a Spiderman, decidió cerrar sus cuentas de Twitter e Instagram por “salud mental“, ya que los comentarios de él en estas plataformas lo estaban abrumando.
Tristemente podemos decir que “Tom Holland, no estás solo”, y es que su caso no es único cuando se habla de personajes públicos pero tampoco lo es cuando se habla de jóvenes que enfrentan acoso o simplemente sufren problemas existenciales por su sobre exposición a las redes sociales.
La página de la Unesco aborda este tipo de situaciones y precisa que aunque se trata de acoso, las situaciones sufridas por personajes como Tom Holland no pueden ser consideradas como ciberbullying ya que este término se usa cuando hay menores de edad involucrados o se da un caso de acoso entre similares.
Justin Bieber, Selena Gómez y ahora Tom Holland son personajes públicos que son víctima de la opinión pública por cada una de sus decisiones, personales y laborales, lo cual magnífica el efecto de sus acciones a las reacciones que se dan en redes sociales.
Pero cuando hablamos de jóvenes que no están bajo el ojo público, también existen reacciones negativas que no son tan visibles como con una persona pública pero que finalmente están ahí.
Según la Unesco, el uso de las redes sociales de forma desbordada o sin asesoramiento puede provocar muchos transtornos mentales en los jóvenes.
Ansiedad es uno de los más comunes y pasa cuando los jóvenes no pueden estar revisando todo el tiempo sus redes sociales o se sienten desfasados en el tiempo cuando por algún motivo no están actualizados sobre lo que pasó en las plataformas sociales.
La ansiedad, tristeza y depresión también se puede dar en jóvenes que comiencen a ver que su vida no se parece en nada a la de los “influencers” o personajes públicos que están rodeados de lujos, viajes y un entorno general que no corresponde al de millones de personas.
Cuando el usuario de las redes detecta estas diferencias puede caer en problemas si no es capaz de diferenciar los contextos, pero cuando son otros usuarios quienes se encargan de acosar o señalar a un usuario en específico, entonces los efectos negativos llegan más rápido.
El acoso selectivo en redes sociales puede llegar a casos graves donde las víctimas tengan pensamientos suicidas, de ahí que sea necesario tener una vigilancia constante principalmente en jóvenes y niños que usen redes sociales.
Comentarios negativos sobre el peso, apariencia física, estatura, color de piel, género o cualquier otro elemento que forma parte de la identidad de una persona, podría llevarla a atentar contra su vida o, en el mejor de los casos, a caer en algún transtorno de ansiedad o depresión.