En la Secundaria del CENHCH, una presentación de huehues que buscaba acercar a los estudiantes a las tradiciones poblanas terminó generando molestia entre padres de familia y provocó la intervención de la Secretaría de Educación de Puebla. Lo que debía ser una muestra cultural del Carnaval de Huejotzingo derivó en denuncias de burlas, agresiones y falta de supervisión.
De acuerdo con la directora de la escuela, Saribel Fomperosa Calderón, todo transcurría con normalidad hasta que algunos miembros del grupo de huehues comenzaron a hacer bromas que, según los reportes, se dirigieron especialmente a un estudiante. Ante esto, docentes y personal de la institución decidieron suspender la actividad y pedir a los participantes que abandonaran el plantel.
Sin embargo, el problema no terminó ahí. Padres de familia denunciaron que sus hijos no solo fueron blanco de burlas, sino que también habrían sido perseguidos en el patio de la escuela, golpeados con látigos e incluso algunos sufrieron agresiones más serias, como que les bajaran los pantalones en medio del evento. Esto generó indignación y preocupación, pues de acuerdo con sus testimonios, varios menores presentaron crisis nerviosas tras lo ocurrido.
Reacciones y respuesta oficial
Mientras las quejas se multiplicaban, en la página oficial de Comunicación CENHCH aún se encontraba una publicación con imágenes del evento, describiéndolo como una “fiesta llena de color, música y baile”. Sin embargo, el mensaje fue eliminado al día siguiente, lo que solo avivó la polémica y las dudas sobre la organización y supervisión de la actividad.
Ante la presión de los padres, la Secretaría de Educación confirmó que tomó cartas en el asunto. A través de un comunicado, informó que la actividad se llevó a cabo sin autorización previa de los tutores y aseguró que, por medio de la Dirección de Centros Escolares y la Subsecretaría de Educación Obligatoria, se está investigando lo ocurrido. Además, señaló que se implementarán medidas para evitar que una situación similar vuelva a presentarse.
El incidente no tardó en generar reacciones en redes sociales, donde surgieron cuestionamientos sobre la falta de supervisión y la ausencia de consulta a los padres antes de organizar la actividad. La comunidad escolar ahora enfrenta el desafío de esclarecer lo sucedido y garantizar la seguridad de los estudiantes dentro del plantel.
