Pasamos de un gobierno de corruptos a uno de ineptos, Sicilia

Redacción.- La violencia se ha generalizado en la mayoría de los estados del país, y gran parte de la responsabilidad la tiene la clase política con su “ignorancia” y “negligencia” pero también de la sociedad que ha caído en un estado de inmovilidad frente a la violencia, fue el mensaje central del activista Javier Sicilia en una publicación reciente en diarios nacionales.

A mediados de semana en Cuernavaca, Morelos, Maximiliano “N” de 22 años, disparó en el zócalo de la capital, contra varias personas que se encontraban en el lugar por una protesta de vendedores ambulantes, en el lugar murió una persona y durante su atención hospitalaria otro, dos más resultaron heridos. Para el poeta el hecho de que asesinaran a dos líderes sociales, “en las narices” del gobierno, es “simplemente aterrador”, no solo lo acontecido, el saber que hay “gentes” que “quieren gobernar” donde “no hay un verdadero aparato de gobierno” que sepa que es lo que hace.

“En un país donde nuestros muchachos son como Maximiliano o son víctimas, […] la población de relevo, lo que sostiene a este país que son su juventud, va a desaparecer junto con el país”, con pesadumbre comentó Sicilia.

Y dado que la sociedad civil puede y está dispuesta a hacer poco, ya que existe una “normalización” de la violencia y un “apagamiento social”, el país y el estado de Morelos se dirigen “a una descomposición” mientras el crimen “ronda por donde sea”.

“Morelos es un estado zapatista; un estado de pueblos al que [los gobiernos] han tratado de meter en la modernidad a como de lugar, desde la época del Gobernador [Jorge] Carrillo Olea [1994-1998]. Eso ha desgarrado el tejido social [porque las políticas] destruyeron las vidas pueblerinas y las vidas culturales en nombre de la economía, con unos salarios infectos”, detalló el poeta.

La crisis que comenzó en los noventas con el ex Gobernador Carrillo se fue agudizando al punto que en 2011 la entidad vivió “uno de los años más terribles” de los últimos tiempos.

“Asesinan a mi hijo y a seis compañeros y a muchos más”, comentó Sicilia. Lugo llegó Graco Ramírez Abreu (2012-2018) y repitió los errores, como ahora los repite Cuauhtémoc Blanco.

Un estado rodeado por “el corredor más grueso de violencia” (Ciudad de México, Estado de México, Guerrero y Puebla) ha preparado lentamente la “desgarradura social” que hoy, en casos como el del gatillero de Cuernavaca, denotan “la falta de apoyo de oportunidades para los chavos –pues el crimen organizado entra y encuentra allí una materia prima, un ejército de reserva– […], además de gobiernos que no están atacando directamente las redes criminales que están enquistadas” en Morelos.

Ante lo que vive el estado de Morelos la reacción de su gobernador de culpar a la administración anterior y hacer un llamado a la federación que mediante la Guardia Nacional restablezca el orden y la paz en el estado que dice gobernar, solo habla de un grado de ineptitud impresionante, una impotencia.

Comentó que no tiene idea de ”cuál sea la estrategia, tal vez nadie lo sabe realmente, porque no la tiene. El gobernador es un improvisado, con un equipo de trabajo improvisado, sin sentido de lo político y mucho menos sobre seguridad, de la paz mucho menos cómo restablecer el tejido social. No tiene la menor idea y no se ha rodeado de la gente adecuada para trabajar estas líneas”, concluyó el activista.