México logró mantenerse firme y sin cambios ante el nuevo escenario comercial con Estados Unidos. Así lo explicó la presidenta Claudia Sheinbaum tras una llamada de 40 minutos con su homólogo Donald Trump, en la que se pactó una prórroga de 90 días a la aplicación de nuevos aranceles. “Nos quedamos como estamos”, resumió la mandataria desde Palacio Nacional.
Sheinbaum destacó que, pese a las presiones, no hubo nuevas concesiones por parte de México. Se mantienen los términos actuales del T-MEC y no habrá incremento en tarifas para productos fuera del tratado, como el acero, el aluminio y ciertos componentes del sector automotriz. Lo que sí hay, dijo, es una ventana de diálogo para trabajar en un acuerdo más amplio.
La presidenta subrayó que este resultado fue posible gracias a una estrategia basada en mantener la calma y actuar con firmeza. “Ha funcionado tener la cabeza fría”, afirmó, al tiempo que resaltó la importancia de seguir conversando con respeto, aunque existan diferencias.
Uno de los principales logros, dijo, es que el T-MEC sigue intacto, lo que coloca a México en una posición comercial ventajosa frente a otros países. Además, los equipos de ambos gobiernos continuarán en contacto para discutir temas pendientes como la inversión extranjera y el déficit comercial.
Por su parte, los secretarios Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente coincidieron en que el país logró este avance sin ceder en sus principios. “No se entregó nada, pero se ganó tiempo y estabilidad”, apuntaron. En cuanto a productos como el jitomate, las condiciones se mantienen por ahora, aunque se prevé seguir avanzando en otros frentes.
Sheinbaum cerró reiterando que la prioridad es conservar el buen entendimiento con Estados Unidos y fortalecer la posición de México en el comercio global.
