Los altares monumentales de tres niveles y su peculiar estilo es lo que distingue al municipio de Huaquechula de otros municipios de Puebla, por lo que este año los turistas podrán visitar 33 ofrendas del 28 al 2 de noviembre.
En conferencia de prensa, Sergio Juárez Rojas, Artesano de Altares de Huaquechula, dio a conocer que colocar un altar monumental cuesta entre 30 mil hasta 50 mil pesos, pero el costo puede aumentar hasta 30 mil pesos más, esto por la compra de los insumos para la preparación de la comida que se comparte con los visitantes, por lo que una familia puede gastar hasta 80 mil pesos.
En su participación, Silverio Reyes Sarmiento, Director de Cultura de Huaquechula, invitó a la “Celebración a los fieles difuntos: Altares Monumentales” que se realizará del 28 al 2 de noviembre con la participación de 33 altares.
Además, explicó el ritual que los visitantes deben de realizar para visitar los altares es una tradición resultado de una fusión ornamental prehispánica de la región con la estética de los altares de Jueves Santo de la tradición católica, en honor a los habitantes que fallecieron durante los meses previos a la celebración del primero de noviembre.
Los visitantes deberán llevar veladoras las cuales sirven para guiar el recorrido de los difuntos y al llegar a una de las viviendas donde está un altar se debe de entregar con la siguiente frase “una velita para el alma bendita”.
Además, si quieres tomar fotografías debes pedir permiso a los caseros y a las almas. Asimismo, si te invitan algún alimento y no le apeteces debes de pedir disculpas y dejar que un visitante más lo consuma.
Además, explicó cómo están conformadas estas ofrendas mortuorias que pueden contra con tres o cuatro niveles, siendo el primer nivel el que representa el mundo terrenal. En éste colocan la foto de su familiar fallecido reflejada en un espejo. Para algunos lugareños el espejo representa la entrada al más allá, o al inframundo.
Mientras que en el segundo nivel representa el cielo, por lo que en este coloca tela de satín blanco, la cual es colocada en forma de pliegues que semejan nubes.
Y por último tercero o cuarto nivel simboliza la cúspide celestial, con la presencia invariable de un crucifijo que preside desde lo alto toda la estructura.
