Internacional

La generación Z toma las calles de Lima contra el Gobierno de Dina Boluarte




La bandera con la calavera y el sombrero de paja de One Piece volvió a ondear este fin de semana en Lima y en varias regiones del país, convertida en un símbolo inesperado de protesta. Entre gases lacrimógenos y el despliegue policial, miles de jóvenes salieron a las calles para mostrar su rechazo al Gobierno de Dina Boluarte. Se trata de la llamada generación Z, un sector que reúne a casi siete millones de peruanos menores de 30 años y que, por primera vez en mucho tiempo, asumió el protagonismo de las movilizaciones.

Las marchas se organizaron bajo el lema “Unidos por un Perú que merecemos”, inspirado en experiencias similares en otros países, y lograron convocar a miles durante dos jornadas seguidas. El detonante fue la reforma de pensiones que obligaba a los trabajadores independientes a cotizar desde 2028 y restringía a los menores de 40 años el retiro de sus ahorros al jubilarse. Aunque el Congreso y el Ejecutivo dieron marcha atrás y aprobaron un nuevo retiro de fondos, las calles no se enfriaron.

De acuerdo con La República, unos cinco mil agentes fueron desplegados en el centro de Lima. La mayor tensión se vivió en la Plaza San Martín, donde las fuerzas de seguridad cerraron accesos y recurrieron a bombas lacrimógenas y perdigones. Las brigadas de salud registraron catorce heridos, incluidos tres periodistas. Uno de ellos, Diego Quispe, de Ojo Público, relató que recibió tres impactos mientras cubría en vivo los enfrentamientos.

La Policía reportó, por su parte, doce agentes lesionados y aseguró que se actuó “conforme a la ley” para controlar disturbios, entre ellos un incendio en la Corte Superior de Justicia y daños en la zona del Palacio de Justicia. Sin embargo, la tensión creció tras difundirse videos de un hombre de civil que disparó al aire frente a manifestantes; testigos señalan que sería un policía infiltrado.

Las movilizaciones estallan en medio de un escenario político complicado: la suspensión por seis meses de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, y la defensa pública del Ejecutivo al partido Fuerza Popular, lo que, según analistas, revela el peso del fujimorismo en Palacio. A esto se suma un audio que compromete al premier Eduardo Arana y al ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, en gestiones a favor de un delincuente, hecho que ambos niegan.

Con Dina Boluarte autorizada por el Congreso para viajar a Nueva York y participar en la Asamblea General de la ONU, en Perú la protesta parece lejos de apagarse. Todo apunta a que la bandera pirata seguirá siendo parte del paisaje en las próximas movilizaciones.





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