Redacción.- El presidente Donald Trump regresó a la Casa Blanca el lunes y emitió una serie de decretos destinados a desincentivar la inmigración ilegal, lo que permitiría a Estados Unidos deportar a millones de migrantes sin estatus legal. Según Trump, estas acciones son necesarias debido a la llegada de millones de inmigrantes durante la administración de Biden, tanto a través de cruces ilegales como por medio de programas de entrada legal.
Un memorando del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, publicado el jueves, otorga a los funcionarios federales de inmigración la autoridad para considerar la revocación del estatus legal temporal de los migrantes que ingresaron bajo los programas “bajo palabra” del expresidente Biden. Este movimiento busca incrementar las deportaciones a niveles récord.
El proceso de “expulsión acelerada”, que se había limitado a personas detenidas en los 14 días posteriores a su entrada y dentro de los 160 kilómetros de la frontera bajo la administración de Biden, se ha ampliado a todo el país y ahora se aplica a todos los que ingresaron en los últimos dos años. El memorando sugiere que los funcionarios se enfoquen en aquellos inmigrantes que no hayan solicitado asilo dentro del plazo de un año tras su llegada a Estados Unidos.
Sin embargo, algunos demócratas y defensores de los derechos de los inmigrantes critican estas medidas, argumentando que la dura aplicación de la ley podría impactar a personas sin antecedentes delictivos, afectar negativamente a los negocios y separar a familias. En respuesta, el grupo de defensa Make the Road New York presentó el miércoles una demanda para intentar bloquear la expansión del proceso de deportación acelerada implementado por Trump.
