En los alrededores del estadio Akron, en Zapopan —una de las sedes del Mundial 2026— la búsqueda de personas desaparecidas revela un escenario que contrasta con la fiesta deportiva que se avecina. Colectivos de búsqueda han localizado al menos 456 bolsas con restos humanos en distintos puntos cercanos al inmueble, cifra que sigue creciendo conforme avanzan las excavaciones.
José Raúl Servín García, integrante de Guerreros Buscadores de Jalisco, explicó que el trabajo en la zona comenzó en 2022, aunque los hallazgos se registran desde 2018. Solo en el área conocida como Las Agujas se han recuperado alrededor de 300 bolsas, muchas de ellas descubiertas por obreros de una constructora. A ese punto se suman otros: Nextipac, Plan de la Noria, Arroyo Hondo, Tlaquepaque y varios predios dispersos alrededor del estadio.
Los colectivos han detectado restos recientes —personas fallecidas hace menos de un año— y otros que datan de 2018 y 2020. Hay cuerpos completos, fragmentados y osamentas. Según Servín García, estas fosas siguen activas y cada visita suma nuevas bolsas al conteo.
También denunció la falta de información oficial por parte del gobierno estatal y las limitaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, donde, afirma, persisten retrasos en la identificación, piezas mezcladas y expedientes que llevan años archivados. A esto se agregan testimonios sobre presiones del crimen organizado hacia instituciones forenses y hacia familias que buscan recuperar a sus desaparecidos.
Todo ocurre mientras se acerca el Mundial. Para los colectivos, las autoridades buscan acelerar o incluso detener las búsquedas durante el evento para evitar que el tema atraiga atención internacional. “Quieren que todo parezca normal”, dice Servín García, quien desde 2018 busca a su hijo Raúl.
Pese al acompañamiento de personal de la Ciudad de México, denuncian que la respuesta del gobierno federal y estatal ha sido insuficiente y que los acuerdos prometidos se han diluido con el tiempo.
Entre excavaciones y fichas de búsqueda retiradas del espacio público, las familias siguen trabajando. “Si no buscamos nosotros, no busca nadie”, resume Servín García, mientras las fosas alrededor del estadio mundialista continúan revelando la magnitud de la crisis.
