San Miguel Xoxtla, Pue.- Una fuerte confrontación social se vivió este sábado en San Miguel Xoxtla, donde decenas de habitantes lograron detener el inicio de las obras para la perforación del llamado “Pozo del Bienestar” en la unidad deportiva Pavigi. Los pobladores, que se oponen al proyecto, impidieron el trabajo a pesar de un despliegue de seguridad con la presencia de la policía municipal.
El conflicto se centra en la desconfianza de los vecinos hacia la finalidad del proyecto hídrico. Mientras el gobierno municipal, encabezado por la alcaldesa Guadalupe Ortíz Pérez, asegura que el nuevo pozo será de “uso exclusivo para San Miguel Xoxtla” y busca garantizar el abasto de agua potable a la comunidad, los inconformes argumentan que esto es un “engaño” y que, una vez extraído, el líquido vital será desviado a la capital poblana.
Desde las 5:30 de la mañana, la llegada de maquinaria y material a la unidad deportiva Pavigi, resguardada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, movilizó a activistas y decenas de personas que se congregaron para rodear el inmueble.
La presidenta municipal, acompañada de representantes de la Secretaría de Gobernación Estatal, acudió al lugar para intentar dialogar. Sin embargo, su presencia no logró calmar los ánimos y tuvo que retirarse en medio de abucheos, ya que los manifestantes se mantuvieron firmes en su exigencia de cancelar la obra y retirar la maquinaria de inmediato.
Los opositores, entre ellos el activista Pascual Bermúdez Chantes, quien ha denunciado una supuesta criminalización contra quienes defienden el agua, exigieron que se respete un acuerdo de Cabildo que prohíbe la privatización del servicio hídrico.
Además, señalaron que la alcaldesa intentó iniciar las obras sin agotar las mesas de trabajo con la población y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), un procedimiento instruido por la Secretaría de Gobernación federal el pasado 15 de octubre para resolver el conflicto sobre el uso de las aguas.
