Exigen detener caravanas navideñas de Coca-Cola por impacto en la salud infantil
La Organización civil “El Poder del Consumidor” presentó una denuncia sanitaria ante la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), exigiendo sanciones contra las caravanas navideñas de Coca-Cola, que este año se realizan en al menos 18 ciudades de México.
La organización argumentó que estas actividades publicitarias violan la ley al asociar símbolos navideños, profundamente significativos para niñas y niños, con el consumo de refrescos, un producto relacionado con graves problemas de salud pública como obesidad, sobrepeso y diabetes.
De acuerdo con el reporte presentado, cada refresco de 355 mililitros que consume un menor diariamente incrementa en un 60% el riesgo de desarrollar obesidad. Además, consumir de una a dos porciones de bebidas azucaradas al día eleva en 26% la probabilidad de padecer diabetes.
En México, donde las bebidas azucaradas representan el 70% de los azúcares añadidos en la dieta, el consumo excesivo de estos productos contribuye a un panorama alarmante: el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) estima que alrededor de 40 mil muertes anuales están vinculadas a esta práctica, siendo la diabetes la causa principal del 57% de estas defunciones.
La situación es particularmente grave entre la población infantil. En los municipios que forman parte de la caravana navideña de Coca-Cola, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en niñas y niños de entre 5 y 11 años oscila entre el 34.4% y el 40.8%. Además, en cuatro ciudades destacadas por su participación en las caravanas —Monterrey, Culiacán, Saltillo y Aguascalientes—, se concentra más de un tercio de las consultas estatales para el control de estas condiciones en menores de cinco años.
La polémica también recae en el incumplimiento de regulaciones publicitarias. Gabriela Guzmán, asistente jurídica de El Poder del Consumidor, recordó que el artículo 24 bis del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad prohíbe el uso de personajes infantiles y elementos visuales que promuevan el consumo de productos con etiquetado frontal de advertencia.
“A pesar de este marco legal, Coca-Cola emplea figuras icónicas como Santa Claus, osos polares y árboles de Navidad en sus caravanas, claramente dirigidas a menores, quienes son los más susceptibles a estas estrategias persuasivas”, enfatizó Guzmán.
Por su parte, Christian Torres, coordinador de conflicto de interés en El Poder del Consumidor, calificó las caravanas como un ejemplo de “publicidad predatoria”. Según Torres, estas actividades utilizan recursos visuales y emocionales para conectar con los menores, quienes carecen de herramientas para reconocer los riesgos asociados al consumo de refrescos. Esta práctica, denunció, perpetúa hábitos perjudiciales que contribuyen al deterioro de la salud desde edades tempranas.
México fue el primer país en declarar emergencias epidemiológicas por obesidad y diabetes en 2016. Sin embargo, el compromiso asumido por Coca-Cola ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2008, de no dirigir publicidad de productos no saludables a menores de 12 años, sigue sin cumplirse en la práctica.
A esto se suma el reciente pronunciamiento del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que considera este tipo de publicidad una violación a los derechos de la infancia.
El director de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, concluyó señalando la gravedad de la situación:
“Estas caravanas representan la mayor expresión de la Coca-Colonización en México, apropiándose de símbolos navideños para fomentar el consumo de refrescos en una población vulnerable. Este fenómeno refleja la urgencia de tomar medidas efectivas para proteger la salud infantil y garantizar el respeto a la legislación vigente”.