EUA amaga con bloqueo al AIFA: revoca tentativamente todos los vuelos combinados

Washington, DC.- El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) enfrenta un severo revés en su conectividad internacional. El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) ha tomado una drástica medida al revocar tentativamente la aprobación de todos los servicios aéreos combinados (pasajeros y carga) hacia Estados Unidos desde la terminal mexicana.
Esta decisión del gobierno estadounidense, calificada por el Secretario de Transporte Sean Duffy como una respuesta a “acciones ilegales por parte de México”, suspende 13 rutas aéreas que conectaban de forma combinada el AIFA con territorio norteamericano y afecta directamente las operaciones de carga que fueron obligadas a migrar al aeropuerto.
Incumplimiento bilateral y la ruptura de rutas
La acción federal se deriva de una larga disputa regulatoria que se intensificó tras el decreto mexicano que obligó el traslado de operaciones exclusivas de carga del saturado Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al AIFA.
Según el DOT, esta reubicación forzada constituye una violación al acuerdo bilateral de transporte aéreo firmado por ambas naciones en 2015. Washington argumenta que las medidas de México han generado “gran disrupción en el mercado”, imponiendo costos multimillonarios a las aerolíneas estadounidenses y desfavoreciendo a sus empresas.
El riesgo de la suspensión de la alianza Aeroméxico-Delta
La crisis va más allá de las operaciones en el AIFA. La medida impuesta por Estados Unidos se suma a la advertencia previa de revocar la inmunidad antimonopolio (ATI) a la alianza comercial entre Aeroméxico y Delta Air Lines a partir de 2026.
Esta posible suspensión obligaría a ambas aerolíneas a terminar prácticas conjuntas esenciales como precios compartidos, gestión de capacidad y reparto de ingresos, afectando potencialmente a más de 1.8 millones de asientos y numerosas rutas comerciales entre los dos países, elevando las tarifas para los consumidores.
Si bien la orden del DOT no especificó un plazo para la implementación definitiva de estas restricciones, las autoridades mexicanas han sido conminadas a restablecer las condiciones del acuerdo y buscar una solución que satisfaga a la industria aérea estadounidense.
La situación coloca una presión inmediata sobre el gobierno mexicano para negociar y evitar una escalada en las represalias que podría afectar gravemente la conexión aérea binacional, tanto en el sector de carga como en el de pasajeros.







