En emboscada Ejecutan a 13 policías de Coyuca de Benítez, Guerrero, entre ellos altos mandos de seguridad
El lunes pasado, en el estado de Guerrero, un grupo de individuos armados llevó a cabo un ataque a tiros que resultó en la muerte del Secretario de Seguridad Pública de Coyuca de Benítez, Alfredo Alonso, y otros 12 agentes.
Entre las víctimas ademas se encontraba el director de la Policía Preventiva, Honorio Salinas, quien ocupaba el puesto de jefe operativo de la corporación. La Fiscalía del estado confirmó que dos agentes sobrevivieron al letal ataque y son atendidos por sus graves heridas sufridas durante la agresión.
Primeras investigaciones indican que los atacantes emboscaron a los policías en la carretera que conecta las ciudades turísticas de Acapulco y Zihuatanejo, en la costa central y norte de Guerrero.
El incidente ocurrió cerca del pueblo El Papayo, a unos 20 minutos del centro de Coyuca, poco después del mediodía. Según los informes, los criminales inicialmente atacaron y asesinaron a Alonso, Salinas y sus cuatro escoltas, para luego secuestrar al resto de los agentes y finalmente quitarles la vida a medio kilómetro de distancia.
El vicefiscal, Gabriel Hernández, mencionó que hasta el momento no había información sobre amenazas a esos funcionarios públicos.
Coyuca de Benítez, cuenta con una población de más de 70,000 habitantes, un municipio de gran relevancia en la costa de Guerrero, cercano tanto a Acapulco como a los municipios que custodian la carretera que conecta la costa y la sierra, como Tecpan, Atoyac y Benito Juárez.
Este ataque sucede apenas un mes después del asesinato del jefe de la Fiscalía Federal en Chilpancingo, la capital estatal, y del encargado de la Fiscalía local en la región de Tierra Caliente. La seguridad en varias regiones del estado se ha deteriorado en los últimos meses, con masacres, bloqueos y hasta agresiones con drones.
Al mes de septiembre de este año, Guerrero ha registrado 1,289 víctimas de homicidio, y se espera que esa cifra supere las 1,650 a finales de año, algo que la región no experimentaba desde 2019.
Aunque las autoridades estatales no han proporcionado detalles sobre el motivo del ataque ni sobre los posibles autores, lo relacionan con el avance de la organización criminal La Familia Michoacana por la Costa Grande de Guerrero.
