La madrugada de este domingo, en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, se escucharon varios disparos que pusieron en alerta a los vecinos de la cerrada Bachiller. Minutos después, en la esquina con la segunda privada Altos de Jalisco, encontraron a un hombre tirado en el suelo, con una herida grave en la cabeza.
La llamada al 9-1-1 no tardó en llegar, y pronto llegaron al lugar elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y paramédicos. Tras una rápida revisión, confirmaron que el hombre ya no tenía signos vitales, producto de un balazo en la cabeza. La escena fue acordonada mientras la Fiscalía General del Estado (FGE) comenzaba las investigaciones.
A pesar de los operativos en la zona, las autoridades no lograron dar con los responsables. Tampoco fue posible identificar al hombre, pues no se encontró ninguna credencial o documento entre sus pertenencias. Por ello, quedó registrado como persona desconocida.
La Fiscalía mantiene la línea de un ataque directo, posiblemente relacionado con un ajuste de cuentas, aunque no descartan otras hipótesis mientras avanzan las pesquisas.
Este homicidio ocurre apenas una semana después de que un joven comerciante fuera asesinado también en San Pablo Xochimehuacan. Aquel 3 de agosto, alrededor de las 9 de la mañana, el hombre de 25 años fue atacado a tiros mientras preparaba su puesto en el tianguis dominical, ubicado en la calle Francisco I. Madero, esquina con Los Pinos.
Testigos relataron que dos hombres a bordo de una motocicleta llegaron al mercado, localizaron a la víctima y le dispararon al menos en dos ocasiones. El joven cayó gravemente herido, mientras los agresores escaparon.
Vecinos y comerciantes del lugar llamaron rápidamente al 9-1-1, y elementos policiales junto con paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) se desplazaron al sitio. Sin embargo, el comerciante ya había perdido la vida cuando llegaron los socorristas. La zona fue asegurada para las diligencias correspondientes.
Estos dos crímenes recientes en la misma junta auxiliar reflejan un aumento en la violencia que preocupa tanto a las autoridades como a la comunidad local, que exige respuestas rápidas y resultados en las investigaciones.
