Egipto abre el Gran Museo de Guiza: la “cuarta pirámide” que resguarda el alma de los faraones

Tras más de dos décadas de obras, retrasos y sueños postergados, Egipto celebró este sábado la inauguración del Gran Museo Egipcio (GEM), una joya arquitectónica levantada a los pies de las pirámides de Guiza. Con una inversión superior a 1.200 millones de dólares, el recinto se alza como el museo arqueológico más grande del planeta y el proyecto cultural más ambicioso en la historia moderna del país.
El evento reunió a 80 delegaciones internacionales, entre ellas casas reales, jefes de Estado y ministros de cultura, en una ceremonia que combinó solemnidad y orgullo nacional. Para el presidente Abdelfatah al-Sisi, la apertura simboliza más que una hazaña arquitectónica: es una declaración de identidad. “Egipto muestra al mundo su herencia inmortal”, expresó durante su discurso.
El complejo, de 500.000 metros cuadrados, se levanta con una imponente estructura triangular de vidrio y piedra caliza que refleja el sol del desierto. Su silueta recuerda a una nueva pirámide —la llamada “cuarta pirámide”— que dialoga con las tres colosales vecinas de Keops, Kefrén y Micerino. En su interior, más de 100.000 piezas arqueológicas narran cinco milenios de historia, desde los albores del Nilo hasta la dominación romana.
El tesoro de Tutankamón, por fin completo
Uno de los momentos más esperados fue la apertura de la galería dedicada a Tutankamón, donde se exhibe por primera vez el ajuar funerario completo del “faraón niño”: 5.398 objetos que deslumbran por su detalle y simbolismo. Su máscara funeraria de oro y lapislázuli ocupa el centro de la sala, iluminada para evocar la cámara funeraria descubierta en 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter.
También se muestra el sarcófago dorado del joven rey, restaurado durante más de una década, junto a los amuletos, joyas, armas y mobiliario que lo acompañaron en su viaje al más allá. La colección, cuidadosamente curada, permite ver por primera vez la magnitud real del legado de la dinastía XVIII.
Ramsés II vuelve a casa
En el vasto atrio de entrada, una estatua de 11 metros de Ramsés II recibe a los visitantes. Tallada en granito hace más de tres milenios, la figura fue transportada con precisión milimétrica desde el centro de El Cairo hasta su nuevo hogar. Desde 1820, cuando fue hallada cerca de Menfis, la escultura ha tenido múltiples destinos, pero este será su reposo definitivo.
El barco solar de Keops, de 4.600 años de antigüedad, también tiene un lugar especial. En un edificio anexo, los visitantes pueden observar cómo los restauradores trabajan tras una pared de vidrio en la reconstrucción de una segunda embarcación ceremonial descubierta en 1987.
Un museo para el siglo XXI
Diseñado por el estudio irlandés Heneghan Peng Architects, el Gran Museo Egipcio combina el esplendor de la antigüedad con la tecnología del presente. Doce galerías permanentes trazan una línea temporal de 5.000 años, acompañadas por laboratorios de restauración, áreas de investigación y un teatro con capacidad para 2.000 personas.
El Gobierno egipcio prevé que el GEM reciba hasta cinco millones de visitantes al año, lo que podría revitalizar un turismo esencial para la economía nacional, golpeada por la deuda y la inflación. A partir del 4 de noviembre, el público general podrá recorrer sus pasillos y contemplar cara a cara los símbolos de una civilización que sigue fascinando al mundo.
Tras años de espera, Egipto finalmente abre las puertas de su nueva joya cultural: un templo moderno dedicado a la memoria de los faraones, donde el pasado milenario se encuentra con el futuro.







