Duermo tranquilo, yo estaba a 1,800 km: Garduño Yáñez
Tras el incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez sigo durmiendo tranquilo, porque yo estaba a mil 800 kilómetros de distancia, aseguró Francisco Garduño Yáñez, titular del Instituto Nacional de Migración (INM).
En entrevista ayer, dijo que nunca pensó en renunciar por esa tragedia, que provocó la muerte de 41 migrantes. “Voy a estar hasta que el titular del Ejecutivo así lo decida… Aquí no hay amistades porque es un equipo de trabajo, solamente soy un empleado del Poder Ejecutivo”.
Al preguntarle sobre su situación jurídica, el funcionario respondió: “ya la conocen, pero La Jornada no ha estado presente, por eso a veces dice que estoy desaparecido”. Desde las 5 de la mañana del 28 de marzo, un día después de la conflagración ha estado constante, se defendió. Del incendio se enteró, aseveró, a las 9:50 pm, cuando ya había ocurrido.
Mi primera misión fue estar en hospitales, conocer las condiciones y partes (médicos), trasladar a los heridos a centros de alta especialidad; después, atender la devolución de cuerpos. Estuve en el aeropuerto, atendí a los familiares, trasladarlos desde sus países de origen hasta Ciudad Juárez y más.
Resaltó que compareció y se le vinculó a proceso después de que fue puesto a disposición de la autoridad judicial por el delito de ejercicio indebido del servicio publico, pero el juez ordenó que no me podían revocar el cargo porque hay presunción de inocencia.
Sólo que algunas personas ya me acusaron, me procesaron, me condenaron. Pero lo más doloroso y la misión que me encargó el presidente de la República es atender a los heridos, a los familiares, y estar compareciendo las veces que me requieran el juez y la Fiscalía General de la República.
Insistió que hay presunción de inocencia mientras no haya una sentencia y aclaró que se acogió al artículo 20 constitucional del silencio, con el fin de no alterar el proceso.
Garduño Yáñez expresó su confianza en las autoridades judiciales y, a pregunta expresa, reconoció que todo lo que tiene que ver con las estancias migratorias es su responsabilidad, pero no podría estar atendiendo todos y cada uno de los 600 inmuebles que tiene el INM ni ocuparse personalmente de cuestiones como que si en el archivo pusieron mal una caja. Para eso hay servidores públicos.
En el caso del incendio, insistió, no podía llegar en los tres minutos en que se suscitó la conflagración, que dos venezolanos provocaron con dolo, y empleados del Instituto Nacional, irresponsablemente, no localizaban la llave.
Por otro asunto, Garduño subrayó que hay capacidad suficiente para albergar a todos los migrantes que llegan al país, a pesar del cierre de 33 estaciones. Tenemos 19 restantes con una capacidad de cinco mil albergados más, y descartó un incremento en las deportaciones.
Aseguró que platicará con el gobierno de la Ciudad de México sobre el cierre del albergue de Tláhuac y se tomarán decisiones, pero aclaró que la mayoría de migrantes (haitianos y venezolanos) piden un documento de tránsito, el cual no está previsto en la ley. No obstante, vamos a atender a las familias.
También indicó que los oficios que se entregan a migrantes en la frontera sur son para que en un determinado tiempo abandonen el país por la frontera más cercana. En el caso de Tapachula, por Guatemala.
El titular de migración recorrió las nuevas instalaciones del archivo del INM en la Ciudad de México, el cual contendrá 6.8 millones de expedientes de carácter histórico. Previamente, el instituto informó que entregó tarjetas de visitante por razones humanitarias a 48 migrantes que fueron víctimas de secuestro cuanto transitaban entre San Luis Potosí y Nuevo León.