La destacada atleta ugandesa Rebecca Cheptegei perdió la vida en Kenia, tras ser víctima de un brutal ataque perpetrado por su expareja, quien la roció con gasolina y le prendió fuego.
La maratonista de 33 años, que había participado en los recientes Juegos Olímpicos de París, sufrió quemaduras de gravedad luego del violento incidente ocurrido el domingo. Las autoridades en el noroeste de Kenia, donde Cheptegei residía y entrenaba, señalaron que el ataque tuvo lugar cuando la deportista regresaba a su hogar después de asistir a la iglesia.
Se ha informado que el conflicto entre la atleta y su exnovio se originó por una disputa relacionada con la propiedad de un terreno, según reveló un funcionario local. Este trágico suceso ha encendido las alarmas sobre el aumento de la violencia contra las mujeres atletas en Kenia, siendo Cheptegei la tercera deportista en perder la vida desde octubre de 2021.
El padre de la atleta, Joseph Cheptegei, visiblemente conmovido, expresó ante los medios su dolor por la pérdida de su hija, a quien describió como un gran apoyo para su familia. También hizo un llamado al gobierno keniano para que se garantice justicia en el caso.
El director del Hospital Universitario Moi, Dr. Owen Menach, informó a los medios locales que Cheptegei falleció tras un fallo multiorgánico debido a la gravedad de sus heridas. Por su parte, la federación de atletismo de Uganda lamentó profundamente su muerte a través de un mensaje en la plataforma X, donde condenaron la violencia doméstica y exigieron justicia para la atleta.
El agresor, exnovio de la maratonista, también fue hospitalizado con quemaduras, aunque su condición es estable y está en proceso de recuperación, según informaron los médicos. Las autoridades locales indicaron que testigos escucharon una discusión entre la pareja antes de que el hombre la atacara.
Cheptegei había comprado un terreno en la región de Trans Nzoia, Kenia, donde construyó una vivienda cercana a centros de entrenamiento deportivo. Este proyecto la mantenía cerca de su pasión por el deporte. El Comité Olímpico de Uganda, a través de su jefe Donald Rukare, calificó el ataque como un acto cobarde y sin sentido que truncó la vida de una talentosa atleta cuyo legado perdurará.
Este asesinato sigue el patrón de violencia que ya cobró la vida de otras corredoras de África Oriental, como Agnes Tirop en 2021 y Damaris Mutua en 2022. En ambos casos, las parejas de las víctimas fueron señaladas como los principales sospechosos, con uno de ellos enfrentando cargos de asesinato y el otro aún prófugo.
