Todo apunta a que Hugo Aguilar Ortiz se convertirá en el nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tras ganar la elección judicial con más de 6 millones de votos en su favor. El conteo final del Instituto Nacional Electoral (INE) lo coloca al frente con 6 millones 195 mil 612 sufragios, por encima de Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz.
Este proceso electoral, que marcó un antes y un después al llevar a las urnas la renovación del Poder Judicial, incluyó más de 84 mil actas computadas, resultado del esfuerzo de cuatro días de trabajo por parte del INE. En paralelo, el recuento para el Tribunal de Disciplina Judicial también está prácticamente cerrado.
Aguilar Ortiz no es nuevo en temas clave del país. Desde el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), fue el encargado de las consultas sobre el Tren Maya y el Corredor Interoceánico, procesos señalados por organismos internacionales por no cumplir con los estándares de derechos humanos.
Originario de Villa de Guadalupe, una pequeña comunidad mixteca de Oaxaca, Hugo Aguilar descubrió su vocación por el derecho tras conocer a un abogado que defendía a personas indígenas presas que ni siquiera hablaban español. Desde ahí, su carrera tomó rumbo: estudió Derecho y siguió hasta la maestría, todo dentro de su estado natal.
Su campaña llevó como lema “Ya nos toca”, con énfasis en la justicia ambiental y los derechos de los pueblos originarios. Fue el único aspirante indígena a la Corte y, aunque su nombre no se mencionó directamente, recibió el respaldo público de Claudia Sheinbaum, quien declaró: “Queremos que un indígena llegue a la Suprema Corte”.
Durante las campañas, su candidatura número 34 apareció en primer lugar dentro de la lista masculina, una posición estratégica entre decenas de opciones. Su ascenso no solo marcaría la primera presidencia indígena en la Corte, sino también el regreso de un oaxaqueño a ese cargo, algo que no ocurría desde los tiempos de Benito Juárez.
Cuando se confirme su triunfo, Aguilar escribirá un capítulo histórico para el sistema judicial mexicano, como el primer presidente de la SCJN elegido por voto popular.
