Internacional

Cirujano francés es condenado a 20 años por abusar de casi 300 pacientes




El excirujano Joël Le Scouarnec, de 74 años, enfrentará dos décadas tras las rejas tras ser declarado culpable de violar y agredir sexualmente a 299 pacientes, la mayoría en su adolescencia o incluso antes. El veredicto, emitido este miércoles por el tribunal de Vannes (oeste de Francia), pone fin a uno de los casos más escalofriantes de pederastia en el país, marcado por la brutalidad de los crímenes y la meticulosidad con la que el médico los registró.

Aunque la fiscalía exigió la pena máxima —20 años con medidas de seguridad reforzadas—, el tribunal permitió que el condenado pueda solicitar la libertad condicional tras cumplir dos tercios de la sentencia. Sin embargo, la decisión no sorprendió a nadie: las pruebas eran abrumadoras. Durante décadas, Le Scouarnec llevó diarios donde detallaba cada uno de sus ataques, cometidos entre 1989 y 2014 bajo el amparo de su bata blanca. Lo impactante no fue solo la magnitud de sus abusos, sino cómo logró evadir la justicia tanto tiempo, ejerciendo impunemente en consultas privadas y hospitales públicos.

La doble vida del “médico monstruo”

A simple vista, Le Scouarnec parecía un hombre respetable: padre de familia, amante de la ópera y los libros, con una carrera aparentemente intachable. Pero detrás de esa fachada se escondía un depredador obsesivo. Su manía por documentarlo todo —desde objetos coleccionables hasta sus propios crímenes— delataba una mente perturbadora. Lo más inquietante es que su entorno cercano, incluidos familiares, sospechaban o incluso conocían sus tendencias pederastas. Sin embargo, nadie actuó a tiempo. Durante el juicio, su propio hijo escuchó cómo el cirujano admitía haber abusado de su nieta.

El fiscal no dejó espacio a dudas: pidió la máxima condena, junto a un estricto seguimiento psicológico y compensaciones para las víctimas. “No merece indulgencia”, insistió, recordando la peligrosidad de un hombre que aprovechó su posición para atacar a pacientes vulnerables, muchos bajo los efectos de la anestesia.

El dolor de las víctimas: entre el alivio y el trauma

Durante tres meses, decenas de afectados tomaron la palabra para relatar cómo esos abusos, aunque borrosos en su memoria, les dejaron secuelas profundas: estrés postraumático, dificultades para intimar e incluso rechazo hacia figuras de autoridad. Para algunos, descubrir la verdad fue un paso crucial para reconstruir sus vidas. “Saber que no era culpa mía me permitió seguir adelante”, confesó una de ellas.

Le Scouarnec, por su parte, se limitó a pedir “oportunidad para mejorar” en un frío discurso final. Ahora, tras años de impunidad, la justicia francesa ha cerrado un caso que expuso los abusos de poder y las grietas de un sistema que tardó demasiado en reaccionar.





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