Redacción.- La madrugada del jueves, la ciudad de Xalapa, Veracruz, fue testigo de un polémico evento que conmocionó a la comunidad estudiantil y a la sociedad en general. Dos estudiantes de la Universidad Iberoamericana Puebla, identificados como Carlos y Juan, fueron baleados por elementos de la Policía de Xalapa en circunstancias que siguen siendo objeto de investigación.
Según testigos oculares, los jóvenes se encontraban en un vehículo estacionado en la avenida principal de la ciudad cuando fueron abordados por un grupo de policías. Tras un breve intercambio de palabras, los oficiales abrieron fuego contra los estudiantes, hiriéndolos de gravedad.
Otra versión señala que los estudiantes evadieron un retén policial y al hacerlo atropellaron a dos moto patrulleros, por lo que se inició una persecución durante la cual los policías abrieron fuego contra los universitarios, aún y cuando estos iban desarmados.
La rápida intervención de los servicios de emergencia permitió trasladar a los jóvenes a un hospital cercano, donde se encuentran luchando por sus vidas. La noticia de los hechos se difundió rápidamente en las redes sociales, generando una oleada de indignación y condena en contra de la violencia policial.
Las autoridades estatales han iniciado una investigación sobre los hechos y han asegurado que se tomarán medidas enérgicas contra los responsables. Sin embargo, la comunidad estudiantil y organizaciones de derechos humanos exigen una respuesta más contundente y la implementación de medidas para prevenir futuros abusos de poder.
Este trágico suceso ha puesto en evidencia la necesidad de una reforma profunda en las corporaciones policiales y la urgencia de establecer mecanismos efectivos de control y supervisión, principalmente por el auto excesivo de la fuerza.
