Este día se definen las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la contienda entre Donald Trump y Kamala Harris se mantiene cerrada, con ambos candidatos empatados en las encuestas.
Ambos realizaron sus últimos esfuerzos por ganar votos en los estados clave, en cuánto a la demócrata Kamala Harris cerró su campaña en Filadelfia acompañada de figuras como Lady Gaga y Ricky Martin, quienes buscan movilizar a los votantes jóvenes y de diversas comunidades.
Con un tono inclusivo, Harris prometió trabajar por todos los estadounidenses y enfatizó la importancia de votar, especialmente en un contexto de tensiones sociales y políticas.
Por su parte, el expresidente Trump intensificó su retórica antimigratoria en sus eventos en Pensilvania y Carolina del Norte, donde prometió imponer aranceles elevados a México si no detiene el flujo de drogas y migrantes hacia Estados Unidos.
Al mismo tiempo, aseguró que presionaría a China con medidas similares para frenar la entrada de fentanilo a través de la frontera mexicana. Sus comentarios sobre una posible alianza entre México y los cárteles de la droga resonaron entre sus seguidores y generaron críticas en el ámbito diplomático.
Ambos candidatos han contado con apoyos destacados en sus campañas: Trump se ha beneficiado de la presencia del empresario Elon Musk, quien ha patrocinado sorteos de un millón de dólares para incentivar el voto, mientras Harris cuenta con el respaldo de figuras del Partido Demócrata como el expresidente Barack Obama y su esposa Michelle, que han enfatizado temas como el derecho al aborto y la justicia social.
Más de 80 millones de estadounidenses ya han votado por adelantado, una cifra récord que demuestra el interés en una elección que no solo definirá el futuro de Estados Unidos, sino también sus relaciones internacionales.
Las promesas de Trump de aplicar medidas proteccionistas han generado inquietud en países como México y China, quienes dependen de sus relaciones comerciales con Estados Unidos. Además, el impacto de estas elecciones se siente en el escenario global, especialmente en el conflicto de Ucrania y la situación en Oriente Medio, donde la política exterior estadounidense tiene repercusiones directas.
La incertidumbre sobre los resultados ha llevado a que las autoridades estadounidenses implementen medidas de seguridad adicionales en los centros de votación, como la distribución de botones de pánico para el personal electoral.
Además, el equipo de campaña de Harris teme que Trump pueda declararse vencedor antes de tiempo, al igual que en 2020, lo que podría prolongar el conteo de votos y aumentar las tensiones.
