A más de un siglo, Albert Camus sigue explicando la vida, aunque esta no tenga sentido

Un 7 de noviembre de 1913 nació en Mondovi, Argelia francesa, Albert Camus, escritor, filósofo y periodista que décadas después redefiniría el pensamiento moderno con una idea que sonaba simple, pero tenía filo: la vida no siempre tiene un sentido claro, y aun así merece ser vivida. En 1957 ganó el Nobel de Literatura, convirtiéndose, con 44 años, en uno de los galardonados más jóvenes del premio. (Nobel Prize, 1957; Britannica, 2024).
Hoy, cuando se habla de ansiedad, desilusión social o del cuestionamiento a las grandes certezas, su obra sigue vigente como si se hubiera escrito para redes sociales, aunque nació en papel y bajo el ruido de la posguerra.
Del fútbol, a la pobreza y la filosofía
Camus creció en Argel, en una familia con recursos limitados. Perdió a su padre en la Primera Guerra Mundial y fue criado por su madre en un ambiente humilde. Fue portero de fútbol, pero la tuberculosis frenó su carrera deportiva y lo empujó a los libros.
Estudió filosofía en la Universidad de Argel y, desde joven, escribió en periódicos con un enfoque crítico sobre la desigualdad social. Esa mezcla entre calle, cancha y academia le dio un estilo que nunca sonó grandilocuente, sino cercano.
Sus ideas centrales giraron en torno al “absurdo”, ese choque entre la necesidad humana de entender el mundo y un universo que no siempre da respuestas. A pesar de ello, Camus no callaba: proponía la rebeldía como postura, no como violencia, sino como forma de afirmación humana.
Entre sus libros más influyentes están:
El extranjero (1942): una novela sobre Meursault, un hombre indiferente a los códigos sociales, que captura la sensación de extrañeza ante el mundo. Se mantiene como lectura esencial en escuelas y universidades del mundo. (Britannica, 2024).
La peste (1947): vista hoy casi como profecía tras la pandemia, narra cómo una ciudad enfrenta una epidemia y deja ver la fragilidad humana, pero también la solidaridad. Según The Guardian, este libro recuperó fuerza global en 2020 por su lectura social y moral en tiempos de crisis.
El mito de Sísifo (1942): ensayo donde plantea que, aunque la vida pueda sentirse absurda, la respuesta no es rendirse, sino desafiarla.
Su influencia ha llegado a autores y voces contemporáneas como David Foster Wallace, Paulo Coelho y hasta referentes de la cultura pop que han retomado su idea de encontrar sentido sin aferrarse a un destino preescrito.
Frases que quedaron para siempre
Camus tenía el talento de resumir en pocas palabras dilemas enormes. Algunas citas que siguen viajando de libro a camiseta:
“En medio del invierno, aprendí por fin que había en mí un verano invencible.”
“La libertad no es otra cosa que la oportunidad de ser mejor.”
“No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar.”
Murió en 1960, a los 46 años, en un accidente automovilístico. No alcanzó a ver la enorme conversación que provocaría con sus textos, pero dejó una obra que, más que dar respuestas, enseña a hacerse mejores preguntas.
En un mundo acelerado, Camus sigue siendo el recordatorio de que la claridad no está en tenerlo todo resuelto, sino en aprender a vivir con lo que no se entiende.








