Internacional

Sheinbaum se estrena en el G20 con una apuesta por la paz y la justicia social




 

En un giro significativo respecto a la estrategia de su predecesor, Claudia Sheinbaum, presidenta de México desde el 1 de octubre, ha decidido llevar al escenario internacional una ambiciosa propuesta durante su primera visita al extranjero.

La mandataria viajó este domingo a Brasil para participar en la cumbre del G20, donde buscará posicionar a México como un actor clave en la promoción de la paz y la justicia social, en un año marcado por tensiones globales y la expectativa del posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Sheinbaum, la primera mujer en dirigir este país, tiene la intención de plantear un plan concreto: destinar el 1% del gasto armamentista mundial a combatir la pobreza y la desigualdad de género.

Su propuesta se basa en la idea de que los recursos destinados a la guerra podrían utilizarse para sembrar vida y fomentar la paz, un mensaje que respalda con el programa Sembrando Vida, implementado durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

“En lugar de sembrar guerras, propongo que sembremos vida”, declaró la presidenta antes de su partida.

Propuesta contra el armamentismo global

En 2023, se gastaron 2.7 billones de dólares en armamento, cifra que, según Sheinbaum, podría redirigirse en parte para atender necesidades urgentes. La mandataria subrayó que un 1% de este presupuesto, equivalente a 27 mil millones de dólares, representaría casi la mitad del monto solicitado por la ONU para su panorama humanitario mundial 2024, destinado a ayudar a 180 millones de personas en condiciones extremas.

Expectativas y escepticismo

Sin embargo, la internacionalista Bárbara González evaluó con escepticismo la viabilidad de la propuesta de Sheinbaum. Considera que, aunque la iniciativa podría atraer la atención mediática, es poco probable que las grandes potencias militares, en particular Estados Unidos, adopten medidas basadas en este planteamiento.

“Será un discurso que ganará titulares, pero la realidad es que las potencias no están dispuestas a reducir su gasto militar”, apuntó.

Además, González destacó el contraste entre el mensaje pacifista que Sheinbaum lleva al exterior y la creciente militarización en México, promovida por el partido Morena.

“La propuesta ignora que en México se ha delegado al Ejército la construcción de megaproyectos y el control de la Guardia Nacional, una contradicción evidente para quienes siguen de cerca la política nacional”, añadió.

Cambio en la diplomacia mexicana

La estrategia internacional de Sheinbaum también marca un contraste con López Obrador, quien rara vez salió del país durante su gestión. Ahora, México busca reinsertarse en el diálogo global sobre temas urgentes como la pobreza, el cambio climático y la reforma de organismos internacionales.

José Joel Peña, experto en política exterior de la UNAM, considera que la presencia de Sheinbaum en el G20 podría posicionar a México como un líder entre las economías emergentes, especialmente en debates sobre la gobernanza mundial y las prioridades financieras globales.

En su agenda, la presidenta mexicana se reunirá con líderes como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Emmanuel Macron de Francia y Narendra Modi de India, además de otros mandatarios, para fortalecer la cooperación en temas bilaterales y preparar el terreno de cara a la revisión del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026.





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