¿Aumentó o bajó el consumo de drogas, alcohol y tabaco durante 2025?

Redacción.- Los resultados de la más reciente Encuesta Nacional de Salud y Consumo de Sustancias (ENASUS 2024-2025) han revelado una transformación radical en los hábitos de consumo de los mexicanos. Mientras las sustancias tradicionales como el alcohol y el tabaco muestran una ligera meseta, el país enfrenta una “tercera ola” de adicciones protagonizada por sustancias sintéticas y dispositivos electrónicos que están capturando a poblaciones cada vez más jóvenes.
El declive del tabaco frente al auge del “humo digital”
Uno de los datos más reveladores del informe es la caída del 15% en el consumo de cigarrillos combustibles en áreas urbanas. Sin embargo, este éxito de salud pública se ve empañado por un crecimiento exponencial en el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos.
De acuerdo con la encuesta, el 4.6% de los adolescentes entre 12 y 17 años admite haber utilizado estos dispositivos en el último mes. Lo alarmante es la percepción de riesgo: 7 de cada 10 jóvenes consideran que “vapear” es menos dañino que fumar tabaco convencional, a pesar de la evidencia sobre daños pulmonares agudos reportados en hospitales públicos este año.
Alcohol: El consumo “explosivo” no cede
El alcohol se mantiene como la sustancia de mayor impacto social. Aunque el número total de bebedores no aumentó significativamente, el patrón de consumo se ha vuelto más peligroso. La encuesta destaca un incremento en el “consumo explosivo” (beber grandes cantidades en periodos cortos de tiempo), especialmente en mujeres jóvenes, un sector donde la brecha de consumo respecto a los hombres se ha reducido a su nivel histórico más bajo.
La sombra de las sustancias sintéticas
Por primera vez, la encuesta arroja datos robustos sobre el consumo de fentanilo y metanfetaminas fuera de las zonas fronterizas. Aunque el consumo de fentanilo en México sigue siendo bajo en comparación con otros países del norte, se detectó un aumento en el uso “experimental” en ciudades del centro y occidente del país.
Salud Mental: El motor invisible
Un hallazgo inédito de la edición 2025 es la correlación directa entre el consumo de sustancias y la falta de diagnóstico en salud mental. El 60% de los usuarios recurrentes de drogas ilegales encuestados presenta síntomas de ansiedad severa o depresión no tratada, lo que sugiere que el consumo está funcionando como una forma de “automedicación” ante un sistema de salud mental que sigue rebasado.
Desafíos para el cierre de año
Con estos resultados, las autoridades sanitarias enfrentan el reto de actualizar sus campañas de prevención. La ENASUS 2025 deja claro que las estrategias de “di no a las drogas” han quedado obsoletas frente a un mercado de sustancias químicas complejas y una juventud que encuentra en la tecnología y la ansiedad el combustible para nuevas dependencias.






