Trump clasifica al fentanilo como arma de destrucción masiva y refuerza discurso fronterizo

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva en la que clasifica al fentanilo como un “arma de destrucción masiva”, al considerar que su producción y distribución representan una amenaza directa a la seguridad nacional. La medida fue anunciada durante una ceremonia realizada en la Casa Blanca, en la que también se entregaron condecoraciones militares a integrantes de las fuerzas armadas que participan en tareas de vigilancia fronteriza.
Durante su intervención, Trump afirmó que el fentanilo provoca cientos de miles de muertes al año en Estados Unidos y sostuvo que su impacto es mayor al de cualquier arma convencional. No obstante, datos oficiales del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que las muertes anuales por sobredosis relacionadas con esta sustancia se ubican entre 70 mil y 80 mil casos. La orden ejecutiva señala que el opioide podría ser utilizado como instrumento de ataques terroristas a gran escala y advierte sobre la participación de organizaciones criminales extranjeras en su tráfico, sin mencionar directamente a México, aunque hace referencia a dos cárteles como principales responsables de su distribución en territorio estadounidense.
En el mismo acto, el mandatario reiteró que los cárteles ejercen control en amplias zonas de la frontera sur y los calificó como una amenaza militar. También aseguró que su administración ha reducido el ingreso de drogas por rutas marítimas y volvió a plantear la posibilidad de actuar contra narcotraficantes fuera del país.
Como parte del evento, el Departamento de Guerra reactivó la Medalla de Defensa de la Frontera Mexicana, una condecoración creada originalmente en 1918 para reconocer a tropas que participaron en operaciones militares contra fuerzas de Pancho Villa. Trece efectivos recibieron la presea como primeros beneficiarios de esta reactivación, la cual, según autoridades estadounidenses, podrá otorgarse a miles de militares que han servido recientemente en la zona fronteriza.
Funcionarios presentes destacaron las políticas de seguridad fronteriza del gobierno actual y subrayaron que la estrategia busca frenar el tráfico de drogas, la migración irregular y el crimen transnacional. La Casa Blanca afirmó que estas acciones han contribuido a reforzar el control fronterizo y la protección de comunidades en Estados Unidos.






