Sospechan que cuerpo calcinado hallado en Amozoc pertenece a hombre desaparecido

Roberto, de 39 años, dejó de responder llamadas desde el 14 de mayo. Al día siguiente con la noticia del hallazgo de un cadáver en la cajuela de un auto envuelto en llamas, debajo del puente del Periférico Ecológico, en la zona de Casa Blanca, su familia comenzó a temer lo peor.
Aunque la víctima no ha sido identificada oficialmente, todo parece indicar que se trata de Roberto. Su familiares acudieron a la Fiscalía General del Estado de Puebla para solicitar que se aceleren los análisis forenses, pues varios indicios apuntan hacia él.
Uno de los primeros datos que levantó sospechas fue el vehículo, según las investigaciones iniciales, la unidad quemada coincide con la que Roberto solía conducir. A esto se suma el hallazgo de un celular junto al cuerpo, el cual, según fuentes cercanas, sería del hombre reportado como desaparecido.
Pese a los intentos de reconocimiento en el anfiteatro, el estado del cuerpo no permitió una identificación visual. Por esa razón, los peritos autorizaron exámenes de genética comparativa para esclarecer si se trata del hombre buscado. Ya se tomaron las muestras necesarias, pero los resultados podrían tardar hasta dos semanas.
Mientras tanto, la familia espera una confirmación que podría poner fin a la incertidumbre que comenzó hace más de una semana. Ya presentaron una denuncia formal por desaparición, aunque por ahora solo les queda esperar los resultados.
Los hechos ocurrieron el 15 de mayo, alrededor de las 5:30 de la mañana. Un reporte ciudadano alertó sobre un coche incendiándose en avenida Nacional Norte, justo en la intersección con la calle Orquídeas, debajo del puente de la colonia Casa Blanca. Elementos del cuerpo de bomberos estatales llegaron al punto y tras controlar el fuego, hicieron el hallazgo del cuerpo.
El cadáver fue registrado como desconocido bajo el folio 49/2025/CGEIHD, y el caso se integró a una carpeta de investigación por homicidio.
Hasta ahora, no hay información sobre posibles responsables ni pistas claras sobre lo que ocurrió antes del incendio. La familia de Roberto sigue en la espera, con la esperanza de que las pruebas genéticas arrojen pronto una respuesta que los saque de la incertidumbre.