Elon Musk arrancó la semana con el pie izquierdo: X colapsó por un supuesto ciberataque desde Ucrania, y las acciones de Tesla se desplomaron un 15.4%.
El propio Musk alertó sobre la situación en su plataforma, señalando que se trató de un ataque inusual por su magnitud y nivel de organización. “Nos atacan todos los días, pero esto ha sido a gran escala. Un grupo grande o incluso un país está detrás”, publicó en X.
Horas más tarde, en una entrevista con Fox News, reforzó su versión al afirmar que el ataque buscaba colapsar los servidores de X y que su origen estaba en direcciones IP ubicadas en Ucrania.
Miles de usuarios en países como Estados Unidos, Canadá, México y Reino Unido reportaron fallas en la red social a través de DownDetector. La mayor concentración de incidentes se registró alrededor de las 10:00 a. m. (hora del Este, 14:00 GMT), con más de 40 mil reportes.
Elon Musk también reaccionó a publicaciones que vinculaban el ataque a protestas contra el DOGE, el Departamento de Eficiencia Gubernamental creado bajo la administración de Donald Trump y que él lidera. Sugirió que la caída de X podría estar relacionada con esa tensión. Cuando un usuario planteó que “alguien quiere silenciar esta plataforma y a usted”, Musk simplemente respondió: “Sí”.
Durante las horas críticas, la plataforma presentó desde lentitud en la carga hasta errores con el código 520, un problema vinculado a los servidores web, según Cloudflare, la empresa de ciberseguridad que gestiona parte de la infraestructura de X.
Mientras lidiaba con la crisis en X, Musk recibió otro golpe ahora en los mercados financieros. Tesla cerró el día con su peor caída en bolsa desde septiembre de 2020. Desde que el empresario asumió un rol clave en el gobierno de Trump como asesor y cabeza del DOGE —institución encargada de reducir el gasto público—, las acciones de Tesla han acumulado una pérdida del 41.4%.
El valor bursátil de la compañía, que en diciembre superaba los 1.5 billones de dólares, ha caído a poco más de 700 mil millones. La jornada negra de Tesla superó incluso las pérdidas de otras grandes empresas tecnológicas como Nvidia (-5.07%) y Apple (-4.08%).
Tesla enfrenta una baja en ventas en varios mercados clave, aunque la empresa atribuye esto a la transición hacia una nueva versión de su modelo más vendido, el Model Y. Sin embargo, la imagen de la marca también se ha visto afectada por la creciente vinculación de Musk con la política. Su respaldo a la ultraderecha alemana, en particular al partido AfD, ha generado rechazo en distintos sectores.
Además, se habla de tensiones dentro del gobierno de Trump, incluyendo un supuesto altercado con el secretario de Estado, Marco Rubio. En paralelo, se han registrado protestas frente a tiendas de Tesla en diversas ciudades de Norteamérica y Europa.
El panorama en Canadá es aún más complicado. Declaraciones de Musk sugiriendo que el país debería ser anexado por Estados Unidos han desatado indignación. Aunque los aranceles propuestos por Trump fueron suspendidos, la controversia sigue creciendo. Una petición en el Parlamento canadiense para revocar la ciudadanía de Musk ya suma más de 360 mil firmas.
Frente a este contexto, analistas de UBS han ajustado a la baja su proyección para las acciones de Tesla, argumentando que la empresa está sobrevalorada y enfrenta riesgos adicionales debido a las decisiones y declaraciones de su CEO.
