Sociedad

25N: una fecha que nació en América Latina y hoy mueve una agenda global


Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha destinada a visibilizar un problema que afecta a niñas, adolescentes y adultas en distintos entornos. El objetivo es impulsar acciones para prevenir, atender y erradicar cualquier forma de agresión, desde la física y psicológica hasta la económica y digital.

La jornada convoca a instituciones públicas, organizaciones civiles y colectivas que trabajan durante todo el año en acompañamiento, capacitación y atención. A través de campañas, foros y espacios comunitarios, se insiste en que la violencia no es un hecho aislado, sino un fenómeno que requiere participación social y políticas sostenidas.

Este año, ONU Mujeres recordó el origen de la fecha y su vínculo con la historia latinoamericana. Durante su intervención en la Mañanera del Pueblo, la representante en México, Moni Pizani Orsini, señaló que el 25N no surgió desde organismos internacionales, sino desde los movimientos de mujeres de la región.

El punto de partida se ubica en 1981, en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en Bogotá. Ahí se acordó declarar el 25 de noviembre como día de denuncia continental, tomando como referencia el asesinato de las hermanas Mirabal en 1960, durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Su historia se convirtió en un símbolo de resistencia y en una forma de nombrar la violencia que vivían mujeres en toda la región.

El reconocimiento global llegó en 1999, cuando la Asamblea General de la ONU adoptó oficialmente la fecha. A partir de entonces, el 25N se integró a la agenda internacional, acompañado por iniciativas como la campaña de los 16 días de activismo, lanzada en 1991, que conecta el 25 de noviembre con el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.

Según ONU Mujeres, esta plataforma permitió entender la violencia desde una perspectiva estructural, presente en hogares, escuelas, centros laborales y, más recientemente, en espacios digitales. El enfoque también ha impulsado la actualización de protocolos de atención, el fortalecimiento de líneas de ayuda y la creación de herramientas de denuncia más accesibles.

Durante su mensaje, Pizani destacó el papel que México ha asumido en este tema y subrayó que el país envía una señal clara: la eliminación de la violencia contra las mujeres es parte de los proyectos de nación contemporáneos. ONU Mujeres reiteró que continuará acompañando las acciones del Estado para avanzar en la construcción de espacios seguros, tanto físicos como digitales.

El 25 de noviembre no busca concentrar la conversación en una sola fecha. Funciona como un recordatorio para revisar avances, detectar pendientes y sostener el trabajo que se realiza a lo largo del año. La meta compartida: que cada mujer pueda vivir sin riesgo y con acceso pleno a sus derechos.






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