Redacción.- Después de 18 meses de suspensión, las corridas de toros podrán volver a celebrarse en la Monumental Plaza de Toros México, la más grande del mundo, gracias a un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que revocó el amparo que había otorgado un juez federal a una asociación civil que buscaba proteger la integridad de los animales.
La Segunda Sala de la SCJN, por unanimidad de cuatro votos, aprobó el proyecto de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, quien argumentó que la suspensión violaba el derecho a la libertad de expresión y manifestación cultural de los aficionados y empresarios taurinos, así como el principio de legalidad, pues no existía una ley que prohibiera expresamente las corridas de toros en la Ciudad de México.
La ministra Esquivel Mossa consideró que las corridas de toros son una manifestación cultural que forma parte de la identidad nacional y que no pueden ser censuradas por el Estado, salvo que se demuestre que causan un daño grave al interés público o a los derechos de terceros.
El fallo de la Corte fue celebrado por los taurinos, quienes anunciaron que se preparan para reanudar las corridas de toros en la Plaza México en enero de 2024, con todas las medidas sanitarias necesarias para evitar contagios de covid-19.
Por su parte, los defensores de los animales expresaron su rechazo y decepción por la decisión de la Corte, que calificaron de retrógrada e inhumana. Afirmaron que las corridas de toros son un espectáculo cruel y sangriento que vulnera los derechos de los animales y que atenta contra el medio ambiente y la salud pública.
Asimismo, anunciaron que seguirán luchando por la abolición de las corridas de toros en todo el país, mediante acciones legales, sociales y educativas, y que buscarán el apoyo de la ciudadanía y de las autoridades para lograr este objetivo.
Las corridas de toros son una tradición que se remonta a la época colonial y que tiene una gran afición en México, donde existen más de 300 plazas de toros y se realizan más de 500 festejos al año.
Sin embargo, también son objeto de una fuerte controversia y de un creciente rechazo por parte de diversos sectores de la sociedad, que las consideran una forma de maltrato animal y de violencia social.
