El 1 de enero de 1994, un grupo de indígenas armados se levantó en armas en Chiapas, México, para exigir justicia y derechos para los pueblos originarios. A 30 años de ese acontecimiento, las comunidades zapatistas siguen en lucha, pero ahora se enfrentan a un nuevo desafío: la violencia del crimen organizado.
El levantamiento zapatista fue un evento histórico que sacudió a México y al mundo. Los zapatistas, liderados por el subcomandante Marcos, exigían el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, la reforma agraria y el fin del neoliberalismo.
Tras 12 días de combates, el gobierno mexicano aceptó dialogar con los zapatistas. Las negociaciones culminaron en 1996 con los acuerdos de San Andrés, que reconocen los derechos y cultura de los pueblos indígenas.
Sin embargo, muchas de las demandas zapatistas aún no se han cumplido. Además, las comunidades zapatistas se enfrentan ahora a una nueva amenaza: la violencia del crimen organizado.
En los últimos años, Chiapas se ha convertido en un escenario de disputa entre los cárteles del narcotráfico. El aumento de la violencia ha provocado el desplazamiento de miles de personas y el asesinato de activistas y defensores de derechos humanos.
El EZLN ha denunciado la complicidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador con el crimen organizado. En un comunicado de junio de 2023, el movimiento indígena advirtió que Chiapas está al filo de la guerra civil.
A 30 años del levantamiento zapatista, las comunidades indígenas siguen en lucha. Sin embargo, ahora se enfrentan a un nuevo desafío: la violencia del crimen organizado. La situación en Chiapas es crítica y es urgente que el gobierno mexicano tome medidas para garantizar la seguridad de las comunidades zapatistas y de toda la población del estado.
