Un informe especial de la ONU será presentado el lunes en la Asamblea General en Nueva York, destacando las acusaciones sobre las prácticas de guerra de Israel en la Franja de Gaza.
Según el comité encargado de investigar, estas prácticas presentan “las características de un genocidio”.
El reporte señala pérdidas civiles masivas y condiciones de vida que ponen en riesgo a los palestinos desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 hasta julio de este año.
El documento denuncia el asedio a Gaza, la obstrucción de ayuda humanitaria y ataques selectivos, afirmando que estas acciones han causado muertes, hambre y lesiones graves.
El informe también señala que Israel no ha hecho caso de los llamados de la ONU, órdenes de la Corte Internacional de Justicia y resoluciones del Consejo de Seguridad, lo que, según el comité, representa un uso intencional del hambre como arma de guerra y un castigo colectivo a la población palestina.
En respuesta, Estados Unidos expresó su desacuerdo, Vedant Patel, portavoz del Departamento de Estado, calificó las acusaciones como “infundadas“.
La situación se agrava ante un informe reciente que advierte sobre la inminente hambruna en el norte de Gaza, respaldado por la ONU y divulgado el fin de semana.
Además, Human Rights Watch (HRW) ha publicado otro informe, señalando que las órdenes de evacuación israelíes en Gaza constituyen un “crimen de guerra de transferencia forzada” y sugieren la existencia de una “limpieza étnica” en ciertas zonas.
Este estudio se basa en entrevistas, imágenes satelitales y análisis públicos hasta agosto de 2024. La organización sostiene que estas acciones podrían impedir el retorno de los palestinos a sus hogares.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel desmintió las acusaciones de HRW, considerándolas “totalmente falsas y alejadas de la realidad”.
