Redacción.- Alemania celebró el sábado el 30 aniversario de la caída del muro de Berlín que separó a Alemania del Este y del Oeste, en un acto en el que el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, agradeció a sus vecinos de Europa del Este por permitir una revolución pacífica.
La caída del muro, que había dividido el este y el oeste comunista en Berlín durante casi tres décadas y que se había convertido en un potente símbolo de la Guerra Fría, fue seguido un año más tarde por la reunificación de Alemania en 1990.
“Junto con nuestros amigos, recordamos con profunda gratitud los acontecimientos de hace 30 años”, dijo Steinmeier durante una ceremonia en el memorial del Muro en Bernauer Strasse en Berlín, a la que también asistieron la canciller Angela Merkel y los presidentes de Polonia, Hungría, Eslovaquia y República Checa.
“Sin el coraje y la voluntad de libertad de los polacos, húngaros, checos y eslovacos, las revoluciones pacíficas en Europa del Este y la reunificación de Alemania no habrían sido posibles”, dijo Steinmeier.
“El Muro de Berlín pertenece a la historia y nos enseña que ningún muro que deja fuera a la gente y restringe la libertad es tan alto o tan largo que no pueda franquearse”, agregó la canciller, oriunda del Este alemán, que inició su carrera política tras la caída de la Cortina de Hierro.
Merkel depositó una rosa en el lugar donde se alzó el Muro, acompañada por los presidentes de Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia, países que se prepararon durante mucho tiempo para la caída del muro y que son a menudo acusados de no respetar plenamente las reglas del Estado de derecho.