El presunto feminicida de la sexagenaria localizada sin vida en la colonia Gonzalo Bautista ya se encuentra tras las rejas, luego de que se contradijera en sus declaraciones, sin embargo, solo se le imputo el delito de encubrimiento y obstaculización de información.
Margarito C., taxista de oficio, fue presentado el día de ayer ante una Juez de Control que calificó de legal el arresto del varón, además de que giró la orden de traslado al CERESO de San Miguel, bajo la medida de prisión preventiva necesaria.
No obstante, el imputado pidió un plazo de 72 horas para armar su defensa y se defina en una segunda audiencia, si será o no vinculado a proceso, por lo que se reservó el derecho a declarar.
Cabe mencionar que el domingo 9 de febrero, Margarito C., fue aprehendido a las afueras de su domicilio ubicado en Andador Jesús Castillo, edificio 242, de la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya.
El hombre de 65 años de edad descendió de unidad de trabajo y al percatarse de la presencia de autoridades ministeriales, intento escapar, pero fue alcanzado por los agentes.
Tras capturarlo le preguntaron por Rosa María, ante lo cual Margarito C., contestó nervioso que no sabía de ella y que no recordaba cuando había sido la última vez que la vio, aunado a la declaración los ministeriales observaron que el sujeto tenía la mano derecha lesionada.
Ante esta situación, el hermano de Rosa María, quien se encontraba presente al momento de la captura, alegó que lo que decía Margarito C., era mentira, pues horas antes él mismo marcó al celular del indiciado para preguntar si tenía noticias de su hermana y éste le contestó que se habían visto para comer para después dejarla en su vivienda y retirarse, porque tenía cosas por hacer.
Paralelo a esto, en la audiencia se reveló que el hermano de la víctima declaró que cuando empezó a localizar a su hermana, marcó a su celular y aunque daba tono, nadie contestó y que después de hablar con Margarito C., el teléfono ya estaba apagado.
Trascendió que la noche en que fue hallada la sexagenaria sin vida, el celular se encontraba encendido y sin registro de llamadas, mientras que en el lavabo del baño se encontró una playera llena de sangre, por lo que se piensa que el culpable trató de ocultar la evidencia del crimen.
Pese a que por el momento el taxista solo enfrenta cargos por obstaculizar la investigación, podría agregarse la acusación de homicidio en agravio de Rosa María Díaz Molina.