Millones de personas salieron este sábado a las calles de Estados Unidos bajo el lema “No Kings”, en una de las movilizaciones más numerosas registradas en el país. De acuerdo con los organizadores, se llevaron a cabo más de 2,500 concentraciones en unas 2,700 ciudades y pueblos, con una participación estimada de siete millones de asistentes.
Las protestas se desarrollaron de manera simultánea en los 50 estados, en medio del prolongado cierre del gobierno federal, que ya suma 18 días sin acuerdo legislativo. Las consignas fueron diversas, pero coincidieron en un mismo mensaje: rechazar decisiones del actual gobierno y defender derechos vinculados a migración, salud pública y equilibrio de poderes.
En Nueva York, Times Square reunió a más de 100 mil personas con pancartas que exigían respeto a la Constitución, acceso equitativo a servicios médicos y la salida de agentes migratorios de zonas urbanas. También se escucharon consignas en defensa de las comunidades migrantes, con participantes que recordaron la aportación económica y cultural de quienes llegaron al país desde otras regiones del mundo.
El Departamento de Policía de Nueva York reportó la ausencia de detenidos relacionados con la jornada. Varios legisladores demócratas se unieron a los contingentes, mientras que figuras del Partido Republicano cuestionaron públicamente el objetivo de las movilizaciones.
En la costa oeste, ciudades como Seattle y San Francisco también concentraron a miles de manifestantes. En Washington, organizaciones civiles y sindicatos hicieron llamados para retirar fuerzas federales desplegadas en distintas urbes y para mantener subsidios de salud que vencen este año. En California, alrededor de 50 mil personas se congregaron en San Francisco, justo después de que el presidente Donald Trump sugiriera enviar tropas federales a la ciudad, propuesta rechazada por autoridades locales.
Los organizadores de No Kings señalaron que la intención de las marchas no es oponerse a una figura específica, sino recordar que el gobierno debe responder a la ciudadanía. Aseguraron que esta ola de movilización continuará mientras persistan decisiones que, a su juicio, concentran poder sin consenso social.
Las protestas también se replicaron en comunidades con perfil político diverso, desde estados tradicionalmente demócratas como Oregón o Illinois, hasta bastiones conservadores como Alabama. Incluso hubo convocatorias en ciudades del extranjero, como Madrid.