Abimael Eduardo Zamorano, la única víctima mortal que cobró la explosión en una toma clandestina en San Pablo Xochimehuacán, fue sepultado este lunes en el panteón de la junta auxiliar.
Apenas un día después de los lamentables hechos en los que perdió la vida, los familiares de Abimael Eduardo acudieron al panteón de la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán para darle el último adiós.
En la ceremonia fúnebre solamente estuvieron presentes los familiares y amigos más cercanos del hombre de 32 años de edad, el cual murió tras ser alcanzado por la onda expansiva que causó la explosión.
Lalito, como era llamado por sus familiares, dejó en orfandad a dos hijos, con los cuales vivía junto a su pareja en la casa de sus padres, ubicada en San Pablo Xochimehuacán, sin embargo él fue el único que sufrió los estragos de la explosión.
Cabe señalar que la familia de Eduardo, así como la de los lesionados, recibirán una indemnización por parte del Gobierno del Estado, mientras que aquellos que perdieron sus casas entrarán a un programa de reconstrucción de su patrimonio.
Cabe señalar que el panteón donde descansarán los restos de Eduardo, está ubicado muy cerca de la Zona Cero, pues está apenas a 500 metros del predio donde explotó la toma clandestina y que era usado para ordeñar el gas LP y abastecer pipas para su distribución.