El Partido de la Revolución Democrática (PRD) parece acercarse a su fin, al no alcanzar el 3% de los votos en las recientes elecciones federales, incluyendo la Presidencia y el Congreso, a pesar de su coalición con PAN y PRI.
Después de 35 años, donde alguna vez fue la segunda fuerza política de México, el PRD logró entre 1.9% y 2.4% de los votos en cargos federales. En la elección presidencial, como parte de la coalición Fuerza y Corazón por México con Xóchitl Gálvez como candidata, el PRD obtuvo solo 1.9% de los votos, sumando un millón 58 mil 609 sufragios según el 93.5% de las actas del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Incluso los votos nulos, con un millón 323 mil 209, superaron los apoyos al PRD.
En la elección para el Senado, el PRD recibió un millón 274 mil 443 votos, representando el 2.3% del total, insuficiente para obtener escaños de representación proporcional, dejando fuera a su dirigente, Jesús Zambrano. En la Cámara de Diputados, la situación fue similar, con un millón 338 mil 366 votos, la cifra más alta obtenida, pero igualmente insuficiente para mantener su presencia legislativa.
En las elecciones federales de 2018, el PRD sobrevivió con el mínimo de apoyos requeridos. En alianza con PAN y MC, obtuvo 2.8% de los votos presidenciales con Ricardo Anaya como candidato, y logró mantenerse en el Congreso con 5.3% de los votos en ambas cámaras.
Esta situación crítica marca un posible fin para el PRD, que no ha podido recuperarse ni mantener su relevancia en el panorama político mexicano.