La movilidad en Puebla es un tema complejo, ya que toca varias llagas de los procesos de transformación de la ciudad y más si hablamos de la Angelópolis y si ésta realmente cumple con esta premisa de tener una movilidad integral para sus ciudadanos.
Hay tres premisas fundamentales que todos debemos tener en cuenta para una ciudad con movilidad sustentable, la ciudad está ofreciendo a través de su movilidad mejorar la vida de la ciudadanía, reducir la contaminación y mejorar la economía, reduciendo los costos de desplazamiento, y si esto se está logrando, quiere decir que la movilidad es integral y es sostenible, afirmó Octavio Flores Hidalgo, Catedrático de la Facultad de Arquitectura de la UPAEP.
Indicó que de acuerdo a diferentes definiciones de movilidad sustentable o sostenible, es aquella que es capaz de sostener las necesidades de la sociedad, de moverse libremente, acceder, comunicar, comercializar o establecer relaciones sin sacrificar otros valores humanos o ecológicos básicos actuales o del futuro, aspectos que les podemos preguntar a los adultos mayores, niños y nosotros mismos, además de cuestionarnos cómo es nuestra movilidad por la ciudad y sus alrededores y determinar si la ciudad es inclusiva.
Agregó que sólo con saber que el transporte aporta un 33% de las emisiones de CO2, derivados del proceso de combustión, sin tomar en cuenta el costo ambiental de la producción de dicho transporte, solamente del funcionamiento.
Dijo que de acuerdo al Sistema Vial Metropolitano, hace mención de que la zona metropolitana de Puebla, presenta deficiencias que han afectado a la movilidad de las ciudades poblanas, como es la mala distribución de rutas de transporte público; la contaminación ambiental; la ausencia de espacio público que sigue en proceso de abandono; la mala jerarquización del transporte y una deficiencia gubernamental para solucionar los problemas de movilidad.
Flores Hidalgo enfatizó que el concepto de movilidad es algo que va más allá que los medios de transporte y red vial, requiere de comprender todo lo relacionado con la necesidad de movilizar personas, incluyendo medios y tecnología para distintos usuarios y ser realmente incluyentes, desde las personas que usan las calles, las banquetas y personas con diferentes necesidades para moverse de un lugar a otro.
Comentó que desde la perspectiva de la política pública del desarrollo orientado al transporte, el transporte masivo es el eje rector de la movilidad de las personas, y no se está trabajando adecuadamente, seguimos dando resultados de concesiones como en el siglo XX, y ahora, en este siglo debemos apostar por nuevas formas y modelos de transporte y de articulación en el territorio, y para ello se cuenta con especialistas que se están preparando y que a la vez están trabajando en el gobierno municipal y estatal.
Indicó que es importante consolidar los centros de barrio, consolidar la ciudad para evitar estos procesos de expansión que están deteriorando las condiciones de vida de la sociedad. Desde la política de este asunto, existe el programa de Movilidad Urbana Sustentable del Municipio de Puebla del 2017, trabajo bien hecho que no se está aprovechando, aterrizando y explotando, y que, en uno de sus puntos, habla de la evaluación de los procesos.
Por lo tanto, dijo que se debe buscar el equilibrio social, ambiental y económico en el proceso de movilidad y traslados. Además de promover la reducción del ruido, la mejora de la calidad del aire, la generación de microclimas, es decir, hacer más amigable la ciudad para las personas y parece ser que vamos en sentido contrario.
Para concluir, declaró que los siete ejes que promueve el programa de Movilidad Urbana Sustentable de Puebla del 2017 son, cultura de movilidad, la cual está perdida y se tienen muchos rezagos al respecto; seguridad vial, tienen muchas deficiencias a lo largo del territorio poblano; infraestructura para la movilidad urbana sustentable; contar con un sistema integrado de transporte, en el cual en lugar de tener más aciertos se tienen más conflictos; gestión de la movilidad motorizada; estructura normativa e institucional y por último el monitoreo de la movilidad.
Dijo que no se puede seguir trabajando con modelos anquilosados, sin apostar a nuevas tecnologías, nuevos modelos de trabajo y a bajar los índices de contaminación. Porque los tres elementos esenciales para dar paso a una movilidad integral son, mejorar la vida de la ciudadanía, reducir la contaminación y mejorar la economía desde reducir los costos de desplazamiento, que todavía están lejos de alcanzarse.