Este miércoles, un terremoto de magnitud 6,2 estremeció Estambul, desatando escenas de pánico mientras la gente salía corriendo de edificios que oscilaban peligrosamente. Hasta ahora, no hay confirmación de víctimas ni derrumbes graves, pero el susto quedó documentado en video por cientos de personas.
Dos réplicas añadieron tensión a la jornada, mientras las redes móviles colapsaban en los minutos posteriores al tremor. El movimiento también se sintió con fuerza en Ankara y Esmirna, ampliando la zona de alerta.
Las autoridades turcas se movilizaron de manera agil para la revisión de las distintas estructuras para descartar algún daño estructural o derrumbe.
El ministro de Transportes, Abdulkadir Uraloglu, aseguró que, tras una primera evaluación, carreteras, aeropuertos, vías férreas y el metro parecen intactos. Mientras tanto, el equipo del ministro del Interior, Ali Yerlikaya, ya recorre las zonas afectadas para descartar riesgos ocultos.
La prioridad: garantizar que no haya daños estructurales que pasaron inadvertidos en el caos inicial.
¿Qué provocó el temblor?
Según el Centro Alemán de Geociencias (GFZ), el epicentro del sismo se ubicó a solo 10 kilómetros de profundidad, lo que explica su intensidad.
Con una magnitud de 6.02, el evento recordó a Turquía la impredecible fuerza de la naturaleza, especialmente en una región marcada por tragedias sísmicas pasadas.
Mientras los equipos de emergencia trabajan, la población sigue atenta a cualquier actualización.