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Otra vez bajó la Bolsa: nervios por EU le pegan al mercado y a tu bolsillo

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) hiló este viernes su tercera sesión consecutiva a la baja, acumulando una caída semanal cercana al 1.75%. ¿La razón? El nerviosismo que generó la falta de claridad sobre la publicación de datos económicos en Estados Unidos, tras el prolongado cierre del gobierno. En pocas palabras: los mercados están “volteando a ver” a EU y no les gusta la incertidumbre.

El S&P/BMV IPC, principal índice del país, retrocedió 0.40% hasta los 62,276.87 puntos, mientras que el FTSE BIVA también bajó 0.34%. Varias emisoras sufrieron golpes importantes, entre ellas Peñoles, que cayó casi 5%, además de Televisa y Grupo México, que también registraron bajas significativas. Son retrocesos que pesan porque estas empresas tienen un fuerte papel en el comportamiento general de la bolsa.

En Wall Street tampoco soplan buenos vientos: los principales índices bajaron arrastrados por una nueva ola de ventas en acciones tecnológicas. La presión viene de dos lados:

1. Comentarios duros de la Reserva Federal, que enfrían la idea de un recorte de tasas en diciembre.

2. Temor a que las acciones ligadas a la inteligencia artificial estén “infladas”, lo que ha provocado liquidaciones constantes.

Con la Fed apuntando a seguir cautelosa, las probabilidades de un recorte de tasas este año bajaron del 67% al 53%, según el CME FedWatch. Para los mercados, esto significa dinero más caro por más tiempo, lo cual siempre mete presión.

Y sí, también hubo noticias corporativas que movieron el ambiente: Walmart cayó 2.2% tras anunciar que su CEO, Doug McMillon, se retirará el próximo año. En el sector tecnológico, empresas como Applied Materials se desplomaron por las restricciones comerciales con China.

¿Y esto qué significa para el ciudadano “de a pie”?

Aunque parezca que estos vaivenes solo afectan a “los de la bolsa”, lo cierto es que pueden terminar tocando la vida diaria. Cuando los mercados están nerviosos:

Los créditos pueden mantenerse caros, porque la Fed no baja tasas.

Las empresas frenan inversiones o cuidan más sus gastos, lo que puede traducirse en menos contrataciones o precios más apretados.

Las Afores pueden tener días de minusvalías, lo que a muchos les causa inquietud al revisar su saldo.

Es decir, aunque esto ocurre en “el mundo financiero”, sus efectos se sienten en la economía real. Y por ahora, el ambiente global está más tenso que optimista.

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