La Fiscalía General del Estado de Michoacán confirmó que un juez giró una orden de aprehensión contra José Manuel Jiménez Miranda, coronel del Ejército Mexicano y jefe de escoltas del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, quien fue asesinado el pasado 1 de noviembre. El militar es señalado de haber huido del operativo en el que fueron detenidos siete integrantes del equipo de seguridad del edil, hoy acusados del delito de homicidio por omisión. Desde entonces, Jiménez Miranda permanece prófugo.
Antes de integrarse al círculo cercano del alcalde asesinado, el coronel ya había enfrentado polémicas. En septiembre de 2024 fue nombrado secretario de Seguridad Pública de Uruapan, pero sólo permaneció 28 días en el cargo. Fue separado por el propio Manzo tras ser acusado de violentar a su esposa y amenazarla con un arma de fuego. A pesar de esos señalamientos, el edil decidió reincorporarlo posteriormente como jefe de escoltas, considerándolo un hombre de su confianza.
La FGE detalló que, además de liderar el equipo de seguridad del alcalde, Jiménez Miranda fue quien reclutó a los siete escoltas que conformaban el primer círculo de protección. La mayoría de ellos cuenta con formación militar, lo que otorgaba al grupo un perfil profesional. Sin embargo, ahora todos enfrentan proceso penal por presunta omisión durante el ataque armado que terminó con la vida de Manzo Rodríguez.
Este jueves, el juez Luis Fernando Díaz Parra resolvió vincular a proceso a los siete escoltas detenidos. Como medida cautelar, permanecerán recluidos en el Centro de Alta Seguridad para el Delito de Alto Impacto No. 1, ubicado en Mil Cumbres, en el municipio de Charo. Las indagatorias buscan determinar si existieron fallas deliberadas en el esquema de seguridad del alcalde y hasta qué punto el coronel Jiménez Miranda pudo tener responsabilidad directa en la cadena de omisiones.
La investigación también refiere que, cuando fue separado de la Secretaría de Seguridad Pública, Jiménez Miranda fue sustituido por el general brigadier Francisco Javier Nieto Osorio, quien permanece en funciones. El caso ha generado especial atención en el estado debido a las implicaciones que podría tener para la seguridad municipal y al papel central que desempeñaba el coronel dentro del equipo del alcalde.
Mientras continúa la búsqueda del jefe de escoltas, la Fiscalía mantiene abiertas todas las líneas de investigación para esclarecer plenamente los hechos y determinar responsabilidades en uno de los episodios más delicados de la vida política reciente de Uruapan.

