Mientras millones de estadounidenses acudían este martes a las urnas en una nueva jornada electoral, el presidente Donald Trump aprovechó el momento para insistir en una de sus mayores obsesiones políticas: eliminar el filibusterismo. Desde primera hora del día, el mandatario arremetió contra los senadores republicanos que se oponen a su propuesta, argumentando que mantener esta regla “solo beneficia a los demócratas” y frena las políticas “de sentido común”.
“Si no lo eliminamos, será imposible avanzar. Los demócratas tienen todas las ventajas. Si lo quitamos, lograremos que TODO sea aprobado”, escribió Trump en su red social, Truth Social, en medio de una jornada que ya mostraba una participación récord.
En Nueva York, más de 735 mil personas emitieron su voto anticipado, la cifra más alta en la historia reciente de la ciudad. En Nueva Jersey, algunos centros tuvieron que cerrar temporalmente por amenazas anónimas, aunque las autoridades confirmaron que se trató de falsas alarmas.
Una elección que mide el pulso político del país
Más allá de los incidentes, los ojos del país están puestos en Nueva York, donde la elección a la alcaldía se interpreta como una especie de referéndum sobre el primer año del segundo mandato de Trump. El resultado servirá como termómetro del ánimo político nacional y del futuro inmediato del Partido Demócrata, que busca recuperar terreno tras meses de divisiones internas.
En la contienda destacan tres nombres: el demócrata Zohran Mamdani, el exgobernador Andrew Cuomo, quien compite como independiente después de perder las primarias, y el republicano Curtis Sliwa, fundador de los Guardian Angels. El actual alcalde, Eric Adams, aunque finalizó su campaña a finales de septiembre, sigue apareciendo en la boleta.
Además del alcalde, los neoyorquinos elegirán defensor público, contralor, miembros del Concejo Municipal y presidentes de condado. En Manhattan y Brooklyn, también se decidirá quién ocupará la Fiscalía de Distrito, un cargo clave en la estructura judicial de la ciudad.
Dependiendo del distrito, los votantes también elegirán delegados a convenciones judiciales o comités locales de partido, lo que da a la elección un matiz más técnico pero igualmente relevante para la política interna de Nueva York.
Un día decisivo
La coincidencia entre la jornada electoral y el nuevo embate político de Trump ha convertido este martes en un punto de inflexión para ambos partidos. Mientras el mandatario republicano insiste en redibujar las reglas del juego legislativo, los demócratas buscan recuperar impulso en una de sus principales fortalezas históricas: la ciudad que nunca duerme.
Lo que ocurra en Nueva York no solo definirá su futuro inmediato, sino que podría anticipar el clima político rumbo a las elecciones intermedias del próximo año.
