Volker Turk, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha denunciado lo que describe como un “derramamiento de sangre sin precedentes” en Cisjordania y Jerusalén Este, y ha exigido rendición de cuentas por la muerte de más de 500 palestinos a manos de fuerzas israelíes y colonos desde el 7 de octubre, día en que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) lanzó ataques contra Israel.
“Además de los trágicos eventos en Israel y Gaza en los últimos ocho meses, la población de la Cisjordania ocupada enfrenta a diario un derramamiento de sangre sin precedentes”, ha declarado Turk. “Es inconcebible que tantas vidas se pierdan de forma tan gratuita”, añadió.
La oficina de Turk ha confirmado la muerte de 505 palestinos desde entonces, aunque la Autoridad Palestina menciona cerca de 520 fallecidos, junto con 24 israelíes, ocho de ellos miembros de las fuerzas de seguridad. Turk reiteró su llamado para poner fin a la violencia en Cisjordania y Jerusalén Este.
