Redacción.- Jean Succar Kuri, empresario de origen libanés y nacionalizado mexicano, falleció el viernes 14 de junio, en el hospital Playamed de Cancún, a la edad de 79 años. Kuri, quien había sido condenado a 93 años de prisión por delitos de pederastia y prostitución infantil, enfrentó problemas de salud que culminaron en su deceso.
Nacido en Líbano, Jean Succar Kuri llegó a México a los 15 años y se estableció en Cancún en 1985, donde se convirtió en un empresario prominente. Su fortuna, estimada en alrededor de 30 millones de dólares, se construyó a través de negocios que incluían una tienda de refrescos y recuerdos en el aeropuerto y la propiedad de villas y la operadora del Hotel Solymar.
Su captura en Los Ángeles en 2004 y las subsiguientes condenas se debieron en gran parte a las denuncias hechas por menores de edad y a la investigación periodística de Lydia Cacho, quien reveló una red de pederastia en su libro “Los Demonios del Edén”. Este caso sacudió a la sociedad mexicana y puso en evidencia la corrupción y la impunidad que imperaban en ciertos sectores del poder.
Durante su encarcelamiento, Kuri fue trasladado entre varios penales, incluyendo el de máxima seguridad del Altiplano y el Cereso de Chetumal, debido a que representaba un riesgo en la cárcel local. Finalmente, fue llevado al Centro Federal de Readaptación Social 15, en Chiapas, y posteriormente a Cancún.
La muerte de Jean Succar Kuri cierra un capítulo oscuro en la historia de la justicia mexicana, pero deja abiertas preguntas sobre la lucha contra la pederastia y la protección de los derechos de los menores. Su fallecimiento fue confirmado por fuentes de Seguridad Pública y de la Fiscalía General del Estado.
Este acontecimiento es un recordatorio de la importancia de la vigilancia constante y la acción decidida contra los crímenes de abuso infantil, así como del papel crucial que juegan los periodistas y la sociedad civil en la denuncia y el combate de estas atrocidades.