Después de cuatro días en estado crítico, Javier Juárez Gil, un exmilitar que intentó evitar un asalto en Plaza Kentro, perdió la vida. Su fallecimiento fue confirmado por familiares a través de redes sociales, donde además pidieron justicia y señalaron que los responsables del ataque ya están plenamente identificados.
El hecho ocurrió el pasado jueves en las inmediaciones de la Vía Atlixcáyotl, en Tlaxcalancingo, Puebla. Javier había salido de una sucursal bancaria tras retirar una cantidad considerable de dinero. Apenas caminaba rumbo a su vehículo cuando fue interceptado por tres sujetos armados que viajaban en un automóvil Nissan Sentra color plata.
Según versiones, los agresores intentaron despojarlo del efectivo, pero el exmilitar intervino para evitar el robo. En respuesta, los delincuentes lo golpearon en la cabeza con la pistola y le dispararon en el abdomen. Tras el ataque, escaparon a toda velocidad por la zona.
Se sabe que Javier, quien formó parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), actualmente trabajaba como chofer para una empresa dedicada a la consultoría contable. Su actuación en aquel momento no fue casual: era un hombre entrenado para reaccionar ante situaciones de riesgo.
Durante cuatro días, luchó por su vida en un hospital, pero las heridas fueron demasiado graves. Su familia y seres cercanos compartieron mensajes de despedida en redes sociales, donde también informaron que su velorio se llevó a cabo en el Campo Militar 25-A, en la colonia Zaragoza.
“Siempre vivirás en nuestros recuerdos”, escribieron sus allegados. El dolor, sin embargo, no impidió que levantaran la voz para exigir que los agresores enfrenten a la justicia. Aseguran que ya están identificados y que las autoridades tienen claro quiénes son. Ahora, esperan que la investigación avance y se logre su captura.
El caso ha generado indignación en redes sociales, especialmente por la forma en la que Javier fue atacado y por su intento de proteger a un ciudadano. Su familia insiste en que no debe quedar impune.